Un Mesías entre Demonios - High School DxD y Serie Persona

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Huelo su aroma en tu piel...

La voz ronroneó en su conciencia, pero sus palabras estaban dirigidas a su oponente.

Issei se acercó a él desde el frente, como una mancha borrosa. El guante carmesí se levantó en un puño. Él frunció el ceño.

Siento su aire en tu carne...

Su propio guante desvió el golpe, y su palma, la que no estaba protegida por el False Gear, se coló debajo de la guardia del diablo.

Empujó e Issei voló hacia atrás, lanzado por el aire como un muñeco de trapo. El chico de alguna manera logró aterrizar erguido, aunque sus ojos estaban muy abiertos por la sorpresa.

Pruebo su poder en tu alma...

Se preguntó distraídamente si el ser dentro del Boosted Gear podría oír. No tenía ninguna duda de que probablemente podría hacerlo; simplemente carecía de un medio para responder.

Issei se acercó a él de nuevo. Plantó una patada de lleno en el pecho del chico y lo envió volando hacia atrás una vez más. Ese era el poder de una Persona. Una vez convocado en cualquier forma, su fuerza se convirtió en su fuerza. Y éste fue de lo más prodigioso.

Esto ya no era una pelea. Nunca había habido una pelea desde que exigió salir a la superficie.

Sé lo que eres...

Se dio cuenta de que Issei se estaba quedando atrás esta vez, sin duda habiendo aprendido la lección de los dos encuentros anteriores. Para su sorpresa, el niño se arrodilló y extendió el brazo. La palma abierta de Boosted Gear lo saludó y él levantó una ceja cuando el guante comenzó a brillar.

Esto debería resultar interesante.

Un rayo de luz roja estroboscópica surgió, escupiendo de la mano de Issei como una lanza arrojada.

Lo que tienes...

El guante blindado que era su False Gear se movió para interceptarlo. El rayo conectó con el metal negro y pudo sentir la fuerza ardiente que había estado detrás del golpe mientras era absorbido. Había fuerza, pero no había poder ni sustancia. Apretó el guante en un puño y observó cómo las garras de bronce golpeaban su palma. Cuando los abrió, una esfera palpitante de energía roja flotó en su palma, el mismo rayo que le habían disparado, remodelado a su voluntad.

Se lo mostró a su oponente, quien le devolvió la mirada asombrado.

Lo que llevas...

Aplastó la esfera que tenía en la mano y el mundo a su alrededor explotó en un calor blanco. Las llamas azotaron su cuerpo, una conflagración furiosa que debería haber quemado la piel de su carne y luego la carne de los huesos. Caminó a través de él como si nada.

Extendió el brazo y de la palma de su mano salió una gran ráfaga de escarcha que esparció hielo parecido al aguanieve en su entorno, congelando el aire con su frío antinatural. Issei apenas logró retroceder en el tiempo y pudo ver la fina capa de escarcha que se había depositado sobre partes de la ropa del niño donde lo había atrapado la explosión.

Un arma hecha de acero...

Pisoteó el suelo y corrientes de púas de hielo se abrieron paso hacia arriba, saliendo de la tierra helada en formaciones irregulares y escarpadas. Hizo un gesto y rodaron en una gran ola hacia su enemigo distante, una marea imparable de protuberancias dentadas. Boosted Gear se estrelló contra las formaciones que se aproximaban y las hizo añicos en trozos de hielo. Pero podía ver el cansancio que comenzaba a aparecer en el rostro de su oponente, y ese golpe en particular lo había agotado aún más.