female!dreamwalker!Human¡F!reader
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Los labios de Neteyam besaron tu cuello en una mezcla perfecta de ternura y pasión. Tus gemidos llenaron el aire cuando sentiste su gran bulto rozando tu trasero y Neteyam lo tomó como una señal de que estabas disfrutando de ese nivel de intimidad con él. Finalmente pudo mostrarte cuánto te deseaba, cómo el solo pensamiento de tu coño mojado lo hacía ponerse duro como una roca.
Neteyam estaba goteando tanto líquido preseminal por ti que su taparrabos tenía una mancha debido al espeso líquido salado, mientras seguía frotándose contra tu trasero a un ritmo lánguido pero delicioso, casi volviéndote loco.
Sus cuatro dedos se cernieron sobre la sensible piel de tu brazo.
"Tu piel se siente tan suave, oeyä muntxate... solo tocarla me pone aún más duro por ti".
Volviste la cabeza hacia atrás para mirarlo y sus ojos color ámbar se clavaron profundamente en los tuyos. Tus dedos tocaron suavemente su hermoso rostro, trazando sus rayas azul oscuro y sus pecas.
Neteyam dejó escapar un profundo suspiro y cerró los ojos, saboreando tu toque. Te giraste completamente, tu cuerpo hacia él ahora, y tus labios alcanzaron la boca de Neteyam. Lo besaste suavemente, sintiendo lo carnosos y húmedos que estaban sus labios. Neteyam te devolvió el beso con entusiasmo tan pronto como tu suave boca entró en contacto con la suya. Su lengua se deslizó entre tu labio superior e inferior con cuidado pero apasionadamente y abriste más la boca para que pudiera explorar su interior. Neteyam se acostó sobre ti y sentiste que su polla se hacía aún más dura y grande, ahora presionada contra tu coño empapado, todavía cubierto por tu ropa. Lo deseabas tanto, te debilitó tanto que no pudiste evitar gemir contra sus labios. Neteyam terminó el beso dejando dos besos en tus labios con delicadeza.
“Te deseo tanto~ tu cuerpo, tu aroma, tus labios sobre los míos…”
Neteyam tocó ligeramente las mangas de tu top corto blanco, tomándose su tiempo, sin querer asustarte o hacerte sentir que no respeta tus límites, pero Eywa sabe que había un animal hambriento dentro de él que solo quería enterrarse. En lo profundo de tu apretado coño, áspero y despiadado. Su lado animal quería cazarte y atraparte como a una presa, apareándose con su hembra, tomando lo que es suyo. Pero sabía que era demasiado pronto para actuar así. Esta iba a ser su primera vez juntos y lo último que quería era asustarte, ahuyentarte. No podría volver a vivir sin ti. Necesitaba tener el olor de tu piel para sobrevivir.
Sus dedos finalmente alcanzaron el dobladillo de tu blusa y mientras observaba tu lenguaje corporal, Neteyam notó que agradecías sus acciones, así que te quitó la blusa y tu cabello se desordenó un poco cuando lo pasó por tu cabeza. Lo arrojó a un lado y no le importó dónde había aterrizado porque lo único en lo que podía concentrarse eran en tus senos. Eran mucho más grandes que los pechos de las otras chicas Na'vi, como si estuvieras en un cuerpo de Avatar. Eso le complació más allá de lo razonable. Las manos de Neteyam viajaron a través de la delicada piel azul de tus tetas, acariciándolas con el toque más tierno, sus dedos pasando por tus pecas bioluminiscentes. Observabas su rostro, la forma en que parecía mudo de deseo y anhelo, con la boca entreabierta y la respiración pesada.
“Oeyä muntxate, ¿cómo puedes ser aún más bella con este cuerpo? Tus tetas humanas me vuelven loco, lo sabes, pero estas tetas… tus pezones rosados contrastando con tu piel azul, estas rayas, tus pecas, joder, mi amor... quiero chupar tus tetitas, enterrar mi cara en ellas y nunca déjarlas ir."
Te reíste levemente. “Entonces creo que deberías hacerlo. Soy tuyo, Neteyam”.
"¿Sí? ¿Eres mío? Dilo otra vez. Di que eres sólo mía”. Se atrevió en broma
