Sixteen

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Hoy era la lectura del testamento de Bart y Chuck me pidió que estuviera allí. Odio decir que podría ser una buena señal, pero no parece mala. Me quedé afuera del edificio esperando a Chuck. Lamentablemente, Jack fue la primera persona en aparecer. —Buenos días, Jack.— Le dije sonriéndole.

—Lena.— Por su tono me di cuenta de que no sabía que vendría.

—Chuck me pidió que asistiera a la lectura del testamento en busca de apoyo.— Intenté no sonar como si estuviera fanfarroneando, pero creo que en cierto modo lo estoy.

—Lo único para lo que necesitará apoyo es para la afluencia masiva a su cuenta bancaria.

—Encantador.— Dije poco impresionada.

—Ven conmigo esta noche.

Me atraganté. —Nunca sucederá. Eres repugnante.

Jack se rió entre dientes. —No todos los que conoces creen eso.

¿Qué? —¿Qué se supone que significa eso?— Pregunté confundida y él apartó la mirada de mí.

Seguí su mirada para ver a Chuck caminando hacia nosotros. —Terminemos con esto.— Dijo Chuck y Jack puso su mano sobre sus hombros.

—Ánimo, sobrino. Voy a dirigir Bass Industries y tú estás a punto de heredar mil millones de dólares.

—Conozco a mi padre. Habrá tantas condiciones que pareceré una marioneta. Él no perdería su última oportunidad de ponerme en mi lugar.— Dijo Chuck y caminamos hacia la entrada del edificio.

—¡Hey!— Todos miramos y vimos a Nate acercándose. —Pensé que podrías necesitar refuerzos.

Chuck le sonrió. —Gracias. Vamos.— Chuck dijo y todos entramos al edificio.

Me hicieron sentarme en la sala de espera con Nate mientras Chuck y Jack iban a hablar con los abogados. Puede que parezca que estoy haciendo pucheros, pero... estoy haciendo pucheros. —No habría venido a esta fiesta si hubiera sabido que no era VIP.— Dije cruzándome de brazos.

—Lo importante es que Chuck sepa que estamos aquí para apoyarlo.— Nate dijo y puse los ojos en blanco mirando hacia la puerta. ¡Que demonios! Me levanté de mi asiento y me acerqué a la puerta. —Lena.

Me llevé el dedo a los labios. —Shh. No puedo oír.— Presioné mi oreja contra la puerta. No se oye nada con estas puertas gruesas. De repente se abrió, haciéndome saltar ligeramente y vi a Chuck. —¡Chuck! ¿Está todo bien?— Pregunté entrando a la habitación sin pensarlo.

—Chuck, esta carta representa las últimas palabras de tu padre.— Dijo Jack sosteniendo una carta en su mano.

—¿Tu papá te escribió una carta?— Miré a Chuck. —La tienes que leer.

—Sí, ¿no tienes curiosidad por saber qué dice?— Nate preguntó parándose justo a mi lado.

—Creo que puedo adivinarlo. Eres una decepción como hijo. Me moriría de vergüenza si no lo fuera ya. ¿Por qué te pones tanto morado?— Chuck puso los ojos en blanco.

—Entonces tendrás la satisfacción de tener razón.— Dijo Jack y Chuck sacudió levemente la cabeza. Jack intentó abrir la carta y se la arrebaté.

—No.— Dije y miré a Chuck. —Lo leeré.— Chuck asintió y abrí la nota leyéndola. —"Querido hijo, sé que siempre he sido duro contigo.

—Cierto.— Interrumpió Chuck.

—"Pero mi objetivo siempre fue prepararte para este día, ayudarte a pasar de ser un niño a un hombre".— Continué.

—La au pair italiana se encargó de eso.

Gossip Girl (Book 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora