Gossip Girl (Book 2)

Nine

Me levanté temprano y me aliste para ir a la escuela. Normalmente, no me levantaría tan temprano, pero cada sueño que tengo está contaminado con Chuck... y todo lo que quiero de él. Cuando salí de mi habitación, me encontré con Blair y Sebastian, sin camisa. No hizo falta ser adivina para descubrir lo que estaba pasando. —No es lo que parece.— Blair dijo y yo gruñí.

—¿Es por esto que has estado desaparecida?— Pregunté y Blair se encogió levemente de hombros antes de alejarse. Miré a Sebastian y él me estaba sonriendo. —Te odio.— dije alejándome de él.

Estaba caminando hacia la escuela sosteniendo mi paraguas bajo la lluvia. Escuché el sonido de un auto y miré para ver la limusina de Chuck a mi lado. La ventanilla bajó y Chuck me sonrió. —¿Quieres subir? Me encantaría llevarte.— Dijo Chuck y me encogí de hombros.

—Oh, estoy segura de que te encantaría.— Dije apartando la mirada de él. —Qué pena que hayas hecho imposibles los términos de nuestro acuerdo.

—Sobre eso tal vez me apresuré un poco.— Dejé de mirarlo. —Vamos, entra.

—Tal vez yo ya no te quiero.

—No me tortures. Me estoy muriendo.— Chuck dijo y yo me burlé.

—Sé lo que estás haciendo.

—¿Es así?

—No vas a recibir esas palabras de mi parte, pero aprecio el patético intento.— dije alejándome de él. Odio el hecho de haber mentido, como si no quisiera lo que sé que quiero.

Llegué a la escuela y encontré a Serena sentada en una mesa en el patio hablando con Dan. Me acerqué y me senté al lado de la chica. —Tienes que ayudarme a destruir a Chuck Bass.— Dije.

—Está bien, lo tomaré como mi señal para irme.— Dan dijo poniéndose de pie.

—Oh, eres muy perspicaz.— Le espeté.

Serena lo agarró del brazo y lo detuvo. —Dan, espera.— Serena me miró. —Si tienes un problema con Chuck, entonces la perspectiva de un hombre podría ser útil.— Serena dijo y miré a Dan.

Suspiré. —Bien.

—Bueno, si estás conspirando contra Chuck Bass, entonces estoy seguro de que se me puede ocurrir algo.— Dan dijo sentándose frente a mí.

—Tengo una picazón que sólo Chuck puede rascar, y él no me hará caso a menos que le diga que lo amo.— Dije y Serena gruño mientras Dan parecía un poco sorprendido.

—¿Necesitas ayuda para que Chuck se acueste contigo? ¿En serio?— Dan preguntó con juicio.

Miré a Serena. —Escuchas el juicio en su voz ahora mismo, ¿verdad?

—Él está trabajando en eso.— dijo Serena.

—Sí, tienes razón. Lo siento.— Dan dijo y lo miré. —Uh, sin juicio, sólo ayuda.— Apoyó su cabeza en su mano sonriéndome. —Entonces, ¿lo amas?

Me burlé. —No, no, claro que no.

—Entonces, ¿por qué no lo dices para conseguir lo que quieres? Los chicos han estado haciendo eso desde siempre.

—No puedo. Si lo digo, Chuck gana.

—Cierto, pero si lo dices, entonces lo atraparás y ganarás.

—No, pierdo.— Suspiré mirando a Serena. —¿Ves? Esto es totalmente inútil. Estaba pensando en desaparecer por un tiempo y darle una probada de la vida sin mí.

—No, no, no. Es una idea terrible.— Dan dijo y lo miré. —No desaparezcas, vuélvete inevitable. Chuck puede ser un desviado, pero sigue siendo un hombre. Así que, ya sabes, vuélvelo loco, desgástalo. Deberías ser buena en eso.