Save Rock'n Roll (Peterick)

Capítulo 6 The Mighty Fall

Hey, ¿qué tal lectores?

Siento haber tardado tanto en subir pero debo reconocerles algo.

Esta historia me gusta mucho. Bastante. Demasiado.

Pero es complicada de escribir.

No puedo dejar que mis pensamientos vuelven libremente, tengo que adaptarme al vídeo musical.

Aunque me gusta escribirlo, cuando me pongo en serio, tengo que tener mucha fuerza de voluntad.

Aunque les prometo que la terminaré y lo antes que pueda.

Muchos besitos y abrazos y corazones gays.

POR CIERTO.

EL OTRO DÍA SE APROBÓ EL MATRIMONIO GAY EN TODOS LOS ESTADOS DE AMÉRICA.

¡HOMOPHOBIA IS GAY, SEÑORES!

Recuérdenlo siempre.

Tenemos que respetarnos unos a los otros. Todos somos iguales, pero tenemos algo que nos hace únicos.

Y verdaderamente me alegra esto, porque es la demostración de que la sociedad poco a poco está acogiéndonos.

Bueno, no les molesto más.

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(After My songs know what you did in the dark)

El calor era insoportable.

Ninguno de los cuatro recordaba mucho de lo que había pasado, solo que les taparon las cabezas con bolsas de tela y los metieron en una furgoneta.

Y ahora la furgoneta estaba ardiendo.

El primero que reaccionó fue Pete, que al sentir el olor a quemado empezó a aporrear la puerta trasera de la furgoneta, tanteando a ciegas ya que la bolsa que tapaba su cabeza, además de irritarle los ojos y las mejillas, le impedía ver nada.

Uno de sus pies rozó el mango de la puerta trasera y con decisión y fuerza pegó una patada contra ésta y la abrió.

Enganchó las cuerdas que le ataban las manos al gancho de Patrick y dañándose las muñecas tiró y consiguió soltarse.

Se quitó la bolsa de la cabeza y los ojos empezaron a lagrimearle a causa del calor y del fuego.

Empujó los cuerpos de los demás a fuera y una vez estaban a fuera y salvo, agarró un extintor que colgaba del lateral de la furgoneta y lo vació contra las llamas.

Se giró entonces para desatar a sus amigos, y quitarles las bolsas.

Andy le murmuró un débil saludo y Joe un apretón en el hombro antes de tirarse al suelo para recobrar la respiración.

Desató a Patrick, quien le abrazó con fuerza mientras las lágrimas mojaban su camiseta, murmurándole entre hipidos que no lo dejara nunca.

-Sh, tranquilo, Pat... Ya estamos juntos. Ya estamos bien.

Miró a su alrededor a la vez que acariciaba la cabeza del rubio. Estaban en un bosque.

Los árboles a su alrededor se alzaban hacia el cielo nocturno, tapando las estrellas.

La luna le alumbraba entre las copas de los árboles más altos, alumbrando el tenebroso pasaje y añadiendo un contraste de luces y sombras que hicieron que la piel de Pete se erizara.