Save Rock'n Roll (Peterick)

Capítulo 8 Where did the party go

Joder, creo que es la primera vez en esta novela que actualizo tan pronto.

He descubierto que cuando me encuentro mal o triste es cuando más escribo.

Bueno, algo bueno saco de mis cambios de humor.

Bueno, espero que les guste el capítulo.

Voy a intentar actualizar el siguiente igual de rápido.

FALTA POQUITO ROCKEROS!

Espero que tengan un buen día y que lean, escriban y lean mucho Peterick.

Besitos y abashos teletubbies <3

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Patrick corría detrás de ellos, gritando y chillando sonidos incomprensibles.

En su cabeza imágenes de todos los colores pasaban rápidamente sin dejarle pensar en nada.

Solo tenía gravado un mensaje: Matar a Pete, Joe y Andy.

No sabía por qué, pero su incoherente y manipulada mente le decía eso.

Con sus ojos ahora amarillos, buscaba los cuerpos de sus amigos corriendo y una voz parecida a la de Pete gritaba mientras corría que parase, que él le quería.

Los demás corrían sin apenas mirar atrás, entrando en el hospital.

La recepción estaba vacía y había papeles y carpetas tiradas por el suelo.

En la pared el símbolo de sus secuestradores, la nota musical tachada.

Apenas se pararon porque Patrick les iba pisando los talones así que corrieron por un pasillo blanco y débilmente iluminado buscando algún sitio donde esconderse.

Patrick llegó unos segundos después a la recepción.

A pesar de que los demás habían visto todo vacío y desordenado, la vista de Patrick se posó en una mujer de aspecto demacrado que había sentada en la mesa principal.

En sus ojos, la sala estaba iluminada de un color amarillo y la mujer que se asemejaba a un zombie, ladeaba la cabeza de un lado a otro con los ojos en blanco.

Mientras tanto, Pete, Andy y Joe se habían separado y cada uno había entrado en una sala.

Andy cerró la puerta tras de sí y se agarró a la repisa de metal repleta de medicinas que había.

Los tres escucharon un grito desgarrador y amenazante, provenir del pasillo principal y se les puso la piel de gallina.

Patrick avanzó por el pasillo.

Las luces amarillas y verdosas volaban y giraban como si estuviera en una discoteca.

Miró en una sala. Nada.

Miró en otra. Tampoco.

Furioso, golpeó unas perchas que habían junto a él y Pete que estaba en el cuarto más cercano a él y había escuchado el ruido, se estremeció.

Una silla de ruedas vacía descansaba en mitad del pasillo cuando Joe había corrido por allí para buscar un escondite.

Cuando pasó Patrick, había una niña con el pelo largo y cara extremadamente pálida.

Otro zombie.

Patrick apenas se inmutó al verla y siguió andando, esta vez, seguido por la recepcionista y la niña de la silla de ruedas.