Save Rock'n Roll (Peterick)

Capítulo 10 Death Valley PART II

Ea, al final lo dividiré en tres partes, porque en el siguiente de Death Valley quiero contar un poquito sobre Andy, que me hace mucha ilusión.

Así que el siguiente será DEATH VALLEY PART III

Besitos y abashos teletubbies

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(Después de la muerte de Joe Trohman)

Le hicieron colocarse frente a la cámara, justo detrás de la pantalla de fichados.

La cabeza le dolía y el dolor aumentaba al tener el flash de la cámara policial sobre sus ojos.

La piel la tenía llena de sangre reseca, tanto la cara como las manos y el resto del cuerpo.

La mayoría de la sangre era suya pero lo quisiera o no, aún le corría por los dedos la sangre de Joe.

Agarró el cartel de Estado Penitenciario y miró a la cámara sin sonreír.

Una vez que hizo la foto, dos policías le agarraron de los brazos y le guiaron hacia el interior de la comisaría.

Aún con la ropa manchada de sangre seca, barro y lágrimas, le hicieron pasar a una sala donde otro hombre esperaba tomarle las huellas.

Le arrancaron el gancho de su muñón ensangrentado sin importar los gritos de dolor que Patrick soltase.

Para los policías, él no era más que un asesino aunque no conocieran la historia entera.

Una vez que el gancho salió del final de su brazo, pasaron el muñón por un detector de huellas y lo pasaron sobre la superficie, manchándola de sangre, ignorando los llantos de Patrick.

Lo agarraron de nuevo con fuerza, como si temieran que al soltarlo les arrancara el cuello con los dientes y lo llevaron pasillo adentro.

Lo empujaron a un cuartucho donde uno de los policías le ordenó que se quitara la chaqueta manchada de sangre, la sudadera y la camiseta y q se pusiera una camiseta blanca y un mono naranja que colgaban de una percha.

Patrick se vistió, aguantando las lágrimas tanto de dolor como de impotencia porque joder, era injusto que acabara así.

Una vez que se había desnudado se dio cuenta de que tenía su piel blanca lechosa, coloreada con moratones oscuros y cortes, los cuales algunos ya estaban cicatrizando mientras que otros seguían llorando sangre y pus por no haber sido tratados.

Se colocó la ropa de presidario y el otro policía le colocó unas esposas de metal en las manos y otras en los pies.

Le agarraron de nuevo cada uno de un brazo y le arrastraron por otro pasillo que llevaba a unas celdas.

Abrieron la celda del fondo, la cual apenas estaba iluminada por una luz fluorescente y molesta.

Le metieron dentro de la celda y cerraron la puerta con llave tras de sí, dejando a Patrick con el pelo pegado a la frente por el sudor y el cuerpo temblando por el dolor y la tristeza.

Se sentó en el banco de metal que habían colocado dentro de la celda y se agarró con fuerza el muñón que otra vez volvía a sangrar.

Intentó colocarse las vendas bien pero cada vez que sus dedos rozaba la herida el dolor volvía a inundarle de nuevo.

Desistió, y se acomodó en el banco, enterrando la cara en sus rodillas y echándose a llorar.

Notó como unos ojos le observaban pero cuando levantó la vista solo un leve movimiento de algo que se alejaba y un brillo de un espejo.