Primer borrador | Descontinuado.
⠀⠀Alvor Storel es un exiliado. Su familia ha sido degradada por todo un continente y para forjarse prestigio en tierras extranjeras requirió de sangre, sudor y más sangre.
⠀⠀El Príncipe Heredero de Tylka, desaparecid...
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━Ya podemos considerarnos buenos amigos, ¿no crees? ━dijo Alvor con una sonrisa que el chico definitivamente rememoraría en sus pesadillas, esto si vivía lo suficiente para sufrir de ellas━. He aquí el verdadero responsable de que el edificio se desplomara anoche ━señaló, ganándose una mirada estupefacta del príncipe en el que se estaba apoyando.
━Es un niño. ━Kestrel ladeó la cabeza, confundido ante esa persona escuálida y harapienta frente a ellos cuyas lágrimas eran suavemente iluminadas por el sol naciente━. ¿Lo entregarás? ━preguntó, sintiendo algo de lástima por él, además de bastante intriga. ¿Cuántos años tendría? ¿Cerca de quince? Le resultaba irreverente que un chiquillo como aquel hubiese tenido a su disposición un artefacto que anulara encantamientos, además, ¿qué se supone que ganaba haciendo algo así?
━¡Ni hablar! ━exclamó Alvor en respuesta.
⠀⠀Un temblor sacudió al joven de piel morena. Su movilidad estaba restringida mediante aquella libélula de metal mágica que se aferraba a sus greñas sucias. Kestrel no tardó en reconocer al insecto.
━Para eso era ━murmuró el pelirrojo y con desconfianza volvió a mirar a Alvor, elevando ligeramente la cabeza debido a los centímetros que le llevaba━. ¿Qué harás con él?
━Aflojaré el encantamiento del bichito este y conversaremos ━dijo el castaño con el tono animado. No tenía razones para mentir, pero su noción acerca de ciertos conceptos solía ser bastante ambigua.
⠀⠀Según Alvor, Kestrel requirió de su rescate y su mayor necesidad actual era regresar a Tylka, al continente de Vaktar. Para ese punto había llegado a tomar la decisión de que no lo discutiría con este hombre.
━¿Sobre qué? ━preguntó Kestrel entonces.
━Escucha ━habló Alvor dirigiéndose al muchachito━, se supone que eres un Morador, ¿no es así? Digamos que el eslabón más débil para no dar por sentada la mediocridad de tu gente.
━¿Los Moradores no son... criminales? ━inquirió Kestrel en un susurro directo al oído de Alvor.
━Cariño, te daré atención luego ━replicó el castaño rozando con una de sus manos el mango de Esquirla de plata, que reposaba en su cintura. La espada emitió un destello y Kestrel sintió como si un conjunto de hilos de metal se le enredasen en la lengua para adormecerla. Frunció el ceño hacia el otro hombre, deseando para sus adentros ser capaz de empujarlo y que su cuerpo herido sufriera por la falta de equilibrio.
━A lo que iba ━prosiguió Alvor, afianzando su agarre sobre los hombros del príncipe en un gesto de burla deliberada━. Tengo muchísimas ganas de golpearte, Morador, con menos gentileza de la que tuve anteriormente, pero necesito de tu ayuda. Dado que no te entregué antes en la carretera hacia Ker-Lay, ni siquiera ayer, ¿no me lo debes?
⠀⠀El muchacho no podía responder, ni siquiera hacer una seña como respuesta.
━Mira, voy a liberarte, pero no tienes a donde huir esta vez ━advirtió desenvainando a Esquirla. La reluciente hoja captó los rayos de sol que acaparaban el panorama con una rapidez progresiva y Alvor acercó peligrosamente la punta al pecho del muchacho saterí━. Coopera, ¿de acuerdo? Recuerda que no te he hecho daño hasta ahora. Usa tu arenosa cabeza.
