Primer borrador | Descontinuado.
⠀⠀Alvor Storel es un exiliado. Su familia ha sido degradada por todo un continente y para forjarse prestigio en tierras extranjeras requirió de sangre, sudor y más sangre.
⠀⠀El Príncipe Heredero de Tylka, desaparecid...
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⠀⠀En lo profundo del refugio subterráneo de los Moradores, habiendo dejado atrás el bullicio y los artefactos de mayor tamaño, una pequeña puerta pasaba desapercibida, incluso para los miembros del grupo. Isani tuvo que doblar su cuerpo para ingresar por ella, mismo proceso que realizó Alvor, esto con el fin de pasar a una habitación estrecha que, una vez bloqueada la minúscula entrada, recibió la luz de un centenar de lámparas flotantes, y resultó ser un amplio salón. Las paredes enteras eran estanterías que albergaban todo tipo de artilugios, libros empolvados y disfraces.
━Todo esto vino de Harsi, ¿cierto? ━dijo Alvor en cuanto examinó el lugar.
⠀⠀La mujer de hebras grises se mantuvo en silencio, se acercó a una gran caja de madera, sellada por completo, se apoyó de espaldas a ella y cruzó los brazos, con expectación hacia Alvor. El rodekí observó sus movimientos y, posteriormente, elevó una de las comisuras de su boca. Aquel era su territorio. El título que ostentase Alvor, sus conexiones y sus capacidades le brindaban una oportunidad, mas el favor que pensaba solicitar debía ganárselo.
━Te escucho ━dijo ella. Si bien le cedía la oportunidad de explicarse bajo sus términos, el escrutinio en su semblante reflejaba la determinación con la que actuaría basándose en lo que escuchara. La alabarda reposaba en el contenedor de las armas, lejos de su alcance, sin embargo, Alvor era consciente de que trataba con una adversaria hábil, armada o no. Su despreocupación sobre revisarle a fondo antes de conducirlo al refugio le parecía un indicio de que, además de Esquirla, Isani era consciente del objeto oculto entre sus ropajes.
━Mi nombre es Alvor Storel ━empezó a decir él, y en un principio la Moradora se limitó a enarcar una de sus cejas grises, pues el apellido no significaba nada para ella━. Pertenezco a la Guardia Real del Emperador consorte ━reveló, a lo que ella soltó un sonoro bufido, en un gesto de incredulidad, pero mayormente ironía.
━Te lo reservaste antes, ¿por qué?
━No me gusta que cualquiera lo sepa. ━Alvor levantó los hombros, despreocupado. Se desplazó por el salón, dispuesto a satisfacer la curiosidad que le generaba la variopinta colección, a la par que seguían con la charla.
━He venido a Satiria con un propósito personal ━prosiguió. Se detuvo ante un estante específico que albergaba de manera exclusiva relojes antiguos, con todas las formas y propósitos imaginables. Algunos de ellos aún despedían destellos fugaces, vestigios de mejores épocas━. Mi visita no tiene relación con el Emperador consorte... ni con la Comandante Harsi.
⠀⠀De reojo, observó a la Moradora, quien se veía descontenta con la revelación.
━¿En qué consiste ese propósito? ━inquirió, moviéndose alrededor de la habitación hacia donde se encontraba el rodekí.
━No es algo que le beneficie saber, sin embargo, tampoco es algo que le perjudique ━Alvor habló con tranquilidad, mientras tomaba uno de los artefactos del estante, igual de inservible que los demás.
