| El café de tus ojos |

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Finalmente, unos días después de la charla donde dijeron de juntarse, estaban caminando hacia la cafetería donde iban a comer. Era un plan ideal fuera de tomar café y comer medialunas, ya que hacía frío y un café caliente podía arreglarlo, o al menos por un rato.

- Ojalá el lugar tenga estufa.

Vió a Tomás saludando a lo lejos, en la puerta de la cafetería, así que lo saludó y se acercó. Charlaron muy lindo, tenían muchas anécdotas de lo que iba de las vacaciones. Entraron de la mano, ya que Tomás no tenía guantes y él tenía frío, así que Rodri le ofreció la mano. Se sentaron en una mesa desocupada y les dieron el menú.

Minutos después la mesera fue a su mesa.

- Hola, buenas tardes, ¿Qué van a pedir?

Tomás vió el menú por última vez y ordenó.

- Ya lo anoto, ¿y para su novio?

Los dos se sonrojaron. Rodri queriendo morir, y Tomás riéndose por la situación.

- No somos pareja, señorita.

- Ay, perdónenme, los vi entrando de la mano y.. bueno, me imaginé que si, perdón. ¿Qué vas a pedir..?

- Rodri, te pido un latte y unas medialunas.

- Bien, Rodri. ¿Ahí les traigo todo, si?

- De vuelta les pido disculpas.

- No hay problema, señorita.

La mesera se alejó para buscar su comida y bebidas y se miraron riendo una vez que ya estaba lejos. Que según la chica "eran novios" daba risa. Igualmente, risa y risa, Rodri se quedó pensando mientras Tomás le sonreía. No estaba escuchando lo que decía, pero parecía que si, así que continuo en su viaje astral de sus pensamientos tranquilo.

- Ojalá lo fuéramos.

- Pero, si, al fin y al cabo somos.. amigos.

La mesera se acercó a la mesa y la comida en la bandeja se veía riquísima.

- Aquí tienen, sus cafés, y su comida. Disfruten

Los dos agradecieron y empezaron a comer.

    💗

Comimos y hablamos un rato largo, hasta que ya no había nada en la mesa.

- Bueno, ¿Te parece ya ir pidiendo la cuenta?

- Seh, pago yo igual.

La chica justo estaba cerca, así que la llamé siendo lo más amable que pude y se acercó a su mesa.

- Pago yo, Rodri, yo te invité.

Ella nos dejó la cuenta y empezó la discusión.

- NO, yo dije de hacer el plan, pago YO.

- ¿Por tener la idea? Dale, Rodri.

Terminamos pagando mitad y mitad y Tomás fue al baño. Ya nos estábamos por ir, pero la chica se acercó y se sentó al frente mío.

- Estás enamorado de él ¿no?

Me sonrojé y me tapé la cara con las mangas de mi buzo. La chica se reía mientras yo quería morirme, pero igual me había parecido simpática.

- Mierda, ¿Tanto se nota?

- Tu mirada te delata, pero parece que él es demasiado distraído o idiota como para darse cuenta.

El club de música || RodritomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora