El club de música || Rodritom

| Los ojos verdes más lindos que ví |

Me desperté al lado de Rodri, con sus brazos abrazándome. Sonreí de la ternura e intentando no despertarlo, miré mi teléfono. Eran las 11:09.

Escuchaba su respiración, y aprecié el abrazo durante largos minutos. Amaba que Rodri me abrace, aunque no lo diga seguido, me sana. 

Decidí hacerle el desayuno, aunque no sabía mucho de cocina, lo intento.

Me iba a esforzar para mínimo hacer algo, el detalle es lo que cuenta, incluso dicho por él.

Me levanté del colchón tirado en el piso, y dí unos pasos hasta llegar a la mesada. Le saqué una foto a Rodri, y me quedé unos segundos mirándolo. Era muy lindo, y dormido se veía igual que un bebé recién nacido.

Y despierto también. Siempre está lindo Rodri.

Justo cuando estaba por agarrar algunas cosas para pensar que podíamos desayunar, alguien me tocó el hombro.

— Buen día ¿Ya te despertaste?— Dije antes de ver que era su mamá.

— ¿Le estás preparando el desayuno a Rodri?

Asentí y le sonreí.

— Que tierno que sos, Tomi. ¿Querés que te ayude o podés solo?

— Bueno.. si no te jode, me serviría algo de ayuda.

Y le sonreí. Me devolvió la sonrisa y yo pensé en la de Rodri.

— No me jode nada, Tomi. Rodri me contó maravillas de vos, estoy encantada de estarte ayudando en algo que encima vas a hacer para él.

— ¿Habla mucho de mí?

— Bastante, te ama muchísimo.

— Si...— Dije perdiendo la concentración mirándolo dormido en el colchón.

Me hizo sonreír verlo de nuevo, y se ve que su mamá me vió.

Buscó algunas cosas sin dejar de mirar la escena y cuando volví a mirarla tenía una cara que reconocí muy rápido de Rodri.

Era su mirada de sacar información, así que ya me esperaba preguntas.

— Contame.. Vos.. ¿cuánto lo querés a Rodri?— "Lo sabía, son iguales las expresiones de estos dos."

— Perdón lo chusma, no es muy eso lo que quiero preguntarte. Es que tú amigo no me contó tanto de como se conocieron y así, necesito saber más de vos.

— Buen día.. ¿Qué hora es?— Dijo Rodri frotándose los ojos.

— Hola.. buen día, Ro.— Dije sonriéndole y acercándome para abrazarlo.

— Buen día, mi amor. Los dejo solos, ¿Sí? Tengo mucho trabajo que entregar. Los amooo, ¡no rompan nada por favor!

Se fue a su habitación y cerró la puerta. Rodri me miró confundido y nos reímos.

Amaba a su mamá, siempre nos quiere dejar solos....

¿Será que sabe algo que yo no?

— Hola.. ¿me estabas haciendo el desayuno?— Dijo terminando de acercarse, dándome un beso en la mejilla.

— ¿Esa va a ser nuestro chiste secreto?

— ¿Cuál?

— Esto.— Dije devolviéndole el beso. Se sonrojó y me miró sonriendo.