𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓒𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸

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YUTA
𓍊𓋼𓍊𓋼𓍊

-¿Su qué?

¿Novio? ¿Desde cuándo? ¿En qué momento?
¿Quién? ¿Qué?

- ¿No te contó? - Yuta vio al pelicafé que estaba comiendo papas fritas junto a Toge y negó, lo miró confuso y también a su amigo pero el peliblanco solo se encogió de hombros.

- Tampoco es como que haya algo bueno que contar. - Murmuró Daira rodando los ojos y tomando un sorbo de su limonada - Si mi manifestaciones sirven pronto lo va a terminar, ojalá.

-¿Es tan mal sujeto? - Dijo el pelinegro con una mueca.

No podía creer que la chica tuviera novio. No malinterpreten los pensamientos de Yuta, no es que la chica no pudiera, pues a él le parecía muy bonita y su personalidad de alguna forma le agradaba , sería lo más normal que tuviera novio. Pero Yuta no había escuchado nunca de él en el tiempo que habían convivido.

Normal, idiota, apenas y te dirige la palabra.

Además tampoco podía creer que con la personalidad de la chica su novio fuera un idiota, ¿verdad? Porque, bueno, a Yuta no le dejaba ni respirar mal porque inmediatamente le hacía caras de reproche y muecas de enojo. No podía ser que una chica así estuviera con un imbecil, se negaba a creerlo.

- Mal tipo se queda corto. - Dijo la de cabellos rizos - Lo detesto, no lo soporto, me cae mal, ojalá algún autobús le pase por encima veintidós veces.

Ojalá.

-¿La trata mal? - Yuta no pudo ocultar el tono de preocupación en su voz.

Y se quedó más preocupado cuando la rizada se quedó callada viendo detrás de Yuta con algo que parecía decepción y cansancio. Aisha venía con un rostro de seriedad y sus ojos puestos en el piso.

- Debo irme - dijo con voz baja dándole el teléfono a su amiga y tomando su mochila - Te aviso cuando llegue a casa, pásenla bien.

No le dió tiempo a Daira para decir algo ni a los demás para despedirse porque la rubia salió con rapidez del local después de pagar su comida, Yuta la observó hasta que la perdió de vista y después miró fijamente la mesa mientras sus pensamientos carcomian su mente.

¿Iba a verse con él? ¿Su novio le había dicho que se fuera? Yuta comenzó a sobre pensar todo, malas sensaciones se instalaron en su pecho mientras imaginaba diferentes escenarios que quería pensar no sucederían.

¿De verdad ella dejaba que alguien la tratara de mala forma? ¿Ella?

- Me lo voy a putear algún día.

Quiso decirle a la rizada que estaba de acuerdo y que la acompañaría cuando suceda, es más, que él lo hacía solo.

Yuta no sabía qué era lo que él chico le decía a Aisha o lo que le hacía, pero con el simple hecho de hacerla poner esa carita ya se merecía lo peor.

Después de terminar de comer y pagar Toge y Yuta acompañaron a ambos amigos hasta su parada de autobús y después se dirigieron a su casa. Al llegar a la suya Yuta se recostó en la cama suspirando y sintiendo que su mente aún estaba hecha un lío. Pero él no podía hacer nada, la chica no confiaba lo suficiente en él y Yuta no podía llegar y decirle "Ey! Termina con tu novio".

Aunque quería.

Yuta mordió su labio pensativo y después sonrió un poco al recordar los bisnes que había hecho con la mejor amiga de la rubia.

- Hola, Daira - Dijo un Yuta muy sonriente sentándose al lado de la chica.

- ¿Qué quieres?

Yuta rió algo nervioso y miró la puerta de aula, su rubia había salido con Omar, posiblemente a comprar algo en la cafetería, el pelinegro había aprovechado la situación.

-¿Recuerdas Itadori? - Al ver la cara de confusión de la chica que había dejado de ver su teléfono para prestar atención Yuta sonrió más - El pelirosa que te llamó la atención.

Los ojos de la chica brillaron, bingo.

- Ahh, el fresita, ¿qué con él? ¿lo viste? ¿está aquí?

- No está aquí, ¿pero qué tal te caería tener su instagram? - Murmuró sacando su teléfono del bolsillo de sus pantalones y abriendo la aplicación.

- Mmm, a mí me gusta pedirles el instagram personalmente. - Y Daira aunque quisiera hacerse la fuerte comenzó a mirar de reojo el teléfono del chico.

- Pero no sabes cuándo lo vas a volver a ver.- El pelinegro enarcó una ceja sonriente mientras trataba de convencerla.

-¿Qué quieres?

-¿Aisha tiene instagram?

Tampoco contaba como soborno, quería pensar. Daira le había dado su instagram alegando que si Aisha se enteraba la iba a matar y que solo se lo daba porque confiaba en él.

No había revisado el perfil pero ahora le estaba dando una gran curiosidad. Entró a la aplicación y buscó su perfil.

Bueno, cualquiera que lo viera en este momento le diría maldito acosador de mierda. Yuta miraba una y otra vez las fotos que ella subía y también miraba sus historias, son duda las risas nerviosas y sus mejillas rojas lo hacían ver como un maldito acosador de mierda.

Pero no lo pueden culpar, la chica se veía demasiado bonita en todas esas fotos y sus maquillajes eran como siempre demasiado bonitos. Pudo ver un poco de los gustos música de Aisha y algunas otras cosas. Yuta siguió revisando por veinte minutos aunque ya había visto y todo y seguramente lo tenía grabado en su mente.

Ya. Se quiso pegar una cachetada mental, no debía pensar de esa forma en la chica, estaba haciendo esto por Toge y su amor imposible con el gay pelicafé, además, estaba demasiado bien siendo solo amigo de la rubia. Era divertida y compartían gustos, cuando tenían charlas era interesante, además de tener una personalidad fuerte y bonitos ojos, y una linda sonrisa, a parte de vestirse demasiado bien. Era una buena amiga.

No tenía intenciones de más.

Era bueno tener amigas, ¿no? Además, es normal reconocer que tu amiga es bonita y con una personalidad atractiva, ¿no? No tenía nada de malo, era completamente normal.

Sí.

Armado de valor, miró el perfil y le dió follow. Bien, perfecto.

Omitamos la parte donde Yuta cubrió su rostro con la almohada y soltó un grito, no era parte de la historia para nada.

Sin intenciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora