"Carece de boca y come, no tiene piernas y huye; allí donde aparece todo lo quema y
destruye."Freen's POV.
Habían pasado varios días desde la última vez que vi a Becky, varios días en los que siempre sacábamos un ratito para hablar por mensajes o FaceTime, varios días en los que yo estaba pensando constantemente en quitarme a Kirk de encima.
Me pasaba las mañanas metida en el pequeño cuchitril de Nam y junto a ella, trataba de planear algo para que las dos saliésemos ílesas de eso... incluso se me pasó por la cabeza confesarle todo este lío a mis padres o a los de Nam, los cuales tenían un gran poder a nivel empresarial, pero no, esa idea la rechazamos el primer día que la tuvimos.
-A ver... no es tan difícil. Quizá si le decimos que no queremos continuar, él nos diga que está bien. -Dije dándole vueltas a un bolígrafo entre mis dedos.
-¿Tú eres tonta? Te piensas que él se da por contento con cualquier cosa, además, mucha gente está con él y cuando nosotras nos pongamos en su contra, todos vendrán a por nosotras. Según Kirk, hacemos buen dinero.
Suspiré frustrada por todo aquel tema y tiré el bolígrafo a la pared con tanta fuerza que se rompió en pedazos, y sin decir nada más, salí a la terraza de la pequeña casa, apoyando mis manos en la barandilla, la apreté entre estas, haciendo que mis nudillos se tomaran de un color aún más blanco del que ya era mi piel.
¿Quién me mandaría a aceptar ese dinero fácil? Si tan solo hubiese aceptado alguna oferta escolar en vez de meterme en toda esta mierda... Al principio está bien, pero tan solo cuando te das cuenta que tienes las alas cortadas es cuando las echas de menos para ser totalmente libre.
Sentí la presencia de Nam a mi lado, al mirarla de reojo ví que se ajustaba la bata de satén que tenía puesta a la cintura para encenderse un cigarro de marihuana, lo supe por el olor que me vino a las fosas nasales.
-Complicado, ¿eh? -Dijo mientras la escuchaba suspirar y sacar el humo de sus pulmones. Carraspeó y me puso el cigarrillo por delante el cual cogí y le di varias caladas cortas seguidas, expulsando segundos después el humo.
-Demasiado. -Le devolví el porro que estaba reposando en las yemas de mis dedos
índice y pulgar para volver a agarrarme a la barandilla.-¿Por qué quieres dejarlo, Freen? No te había visto así nunca desde que nos conocemos...
Cerré mis ojos y tomé respiraciones profundas. La mirada de Becky se clavó en mi memoria, la forma que tenía de acariciarme cuando menos lo esperaba, cuando se reía por cosas que recordaba y nunca me decía sobre qué era, cuando tiradas en mi cama, sus pestañas se frotaban con mi mejilla... todo. Ella en sí.
-Es un motivo importante, ¿eh? - La voz de Nam me sacó de mi ensoñación, abrí los ojos y la miré.
-¿Eh? ¿Por qué lo dices?
-Llevas sonriendo como una idiota desde que has cerrado los ojos.
Entonces me di cuenta de la sonrisa involuntaria que yacía en mis labios, miré el reloj de mi teléfono móvil y suspiré.
-Debo irme. ¿Mañana a la misma hora?- Me retiré de la barandilla para entrar, tomando la chaqueta de cuero de una de las sillas, me coloqué la bufanda y volteé para mirar a la pelirroja a los ojos.
-Mañana a la misma hora, espero no tener trabajo. -Ella jugaba con una vela aromática que había en aquella habitación, juraba poder ver sus ojos cristalinos, pero tenía que irme de allí cuanto antes.
Al salir de aquella casa, fui hacia el estacionamiento donde estaba mi cochecito, en el cual entré y arranqué, volviendo a mirar la hora.
-Mierda, mierda, mierda, Becky, espérame. -Dije por lo bajo mientras mis manos se aferraban al volante tratando de ir por donde menos congestión de tráfico había, tenía una sorpresa para ella.