Freen's POVMis ojos pesaban, tanto que cuando intente abrirlos sentí un fuerte pinchazo en mis globos oculares, era doloroso, tenía estos irritados seguro, porque cuando los conseguí abrir, escocían como la mierda, pero entonces descubrí que yo estaba aún en los brazos de un bombero, la mascarilla protegía mi cara y yo quise moverme para ver a Becky pero no la encontraba por ningún sitio. No fue hasta que llegué a la ambulancia que me quitaron la mascarilla y me levanté de la camilla donde me tumbaron.
-No, tengo que ver a la chica que estaba ahí dentro. ¿Cómo está? - Cogí el brazo del bombero aún aturdida, estaba mareada y parecía que al aire le costaba entrar a mis pulmones.
-Quédate ahí, tienen que curarte esa ceja. Más tarde te daremos noticias de tu amiga.
No escuché nada más procedente de aquel bombero porque, llegó una enfermera y se puso a curarme la herida de la ceja. ¿Los puntos que me dieron ahí? No dolieron tanto como el no tener información de Becky.
Ese mismo día, por la noche.
Después de poder haberles contado a Rosé y Tee todo lo que pasó y que descansase un poco por los calmantes que me dieron, me dispuse a visitar a Becky. Estaba realmente preocupada por ella, no quería que nada malo le hubiese pasado y con todo lo de Kirk... No me perdonaría que le hubiese hecho daño, ella no se merece ser maltratada de ninguna forma.
Al llegar a la calle, vi más oportuno entrar por la puerta principal, porque sí entraba por el balcón seguramente me buscaría un problema, así que di varios toques con mis nudillos en la madera mostrando una tímida sonrisa. Fue su madee la que me abrió y vi en su cara algo de sorpresa.
-Hola, Freen, ¿qué te trae por aquí?
-Yo... me gustaría ver a Becky, si se puede. -Carraspeé un poco para aclarar mi voz
balanceándome en la planta de mis pies.-Claro, pasa, iré a ver si se encuentra dispuesta, ¿vale?
Tan pronto como dijo eso, la Señora Armstrong subió las escaleras y yo entré al salón, me encontraba viendo las fotos de la pared observando cómo Becky siempre mostraba una sonrisa tímida y se medio escondía.
-¿Freen? Dice Becky que puedes pasar. -Me volteé rápidamente al escuchar la voz de aquella mujer y con una sonrisa, subí las escaleras casi de dos en dos, quería verla, lo deseaba más que nada en ese momento.
Al llegar a la puerta de la habitación de Becky, la abrí, después de pasar la cerré y me encontré con Becky de frente, cara a cara a mí. Estaba de brazos cruzados y su cara era de pocos amigos.
-Hey Bec, ¿estás b-...? -No me dio tiempo a acabar, porque cuando me acerqué un poco, ella impactó la palma de su mano en mi mejilla, haciendo que mi rostro se girase hacia el lugar contrario del impacto. No lo podía creer, me llevé la mano a la mejilla y la miré a los ojos.
-Eres... una mentirosa. Eres una mentirosa. ¡Eres una mentirosa! -Me empujó con fuerza y gruño en el acto, separándose de mí, la veía nerviosa, casi temblando.
-¿Qué? Pero... ¿Por qué dices eso?
-¡Lo sé todo! - Con esas tres palabras consiguió que me quedase de piedra mirándola, me cayeron como un balde de agua helada, no sabía cómo reaccionar.
-Puedo expli-
-Vete, Freen. -Dijo determinante, no se le cortaba la voz para nada, estaba demasiado enfadada.
-Cálmate, yo solo... déjame explicarte...
-IHE DICHO QUE TE VAYAS! -Gritó a pleno pulmón, en ese momento la puerta de la habitación se abrió, dejando a ver a su padre.