Capitulo XI

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Killua entró al baño un tiempo después, y apenas cerró la puerta, su sonrisa se desvaneció. Aún se sentía demasiado avergonzado por haber obligado a Gon a tocarlo, cuando claramente este no quería hacerlo, pero además de eso, un sentimiento incómodo había comenzado a crecer dentro de sí. Se miró al pequeño espejo sobre el lavabo, y su mano derecha se movió instintivamente sobre su camisa hacia su pecho. Un dolor punzante no lo dejaba estar tranquilo.

Suspiró.

Al menos ahora tenía un lugar para vivir por un tiempo. Un lugar seguro. Un Alfa en quien confiar... alguien que lo trataba como un igual.

Se quitó la ropa con cuidado y se metió a la ducha. Le dolía el cuerpo y se sentía fatigado, pero agradecía ya no tener fiebre. Al parecer todos sus síntomas de gripe habían sido causados por el celo irregular. Ahora solo debía ir a controlarse para que le dieran sus supresores, y estaría bien.

Un problema menos.
Y aunque aún estaba confundido sobre por qué había ocurrido, decidió dejar ese tema de lado. Tenía otras cosas en las que pensar.

Debía tomar distancia de Gon. Había decidido quedarse, sí, principalmente porque no tenía donde ir ni dinero para pagar algo, pero no podían seguir durmiendo en la misma cama ahora que sabía que...

No. No quería pensar en eso.

Dejó que el agua se llevara sus preocupaciones, y se centró en lo importante: tenía que ir al doctor, tenía que encontrar un empleo, y tenía que comprar una cama para poder dormir en el otro cuarto.
Eso era lo más urgente ahora.

Salió de la ducha, se secó el cabello y el cuerpo adolorido, y muy tarde se dió cuenta que no tenía más ropa que ponerse.

-Maldita sea... -murmuró.

Abrió apenas la puerta del baño y asomó la cabeza para pedirle algo a Gon, pero el chico no estaba a la vista.

-Tenía que ser ahora...

Se envolvió en una de las toallas y abrió la puerta del cuarto de baño con cautela. Al parecer el chico se encontraba en el comedor, así que salió de la habitación y se dirigió hacia allá.

-Hey... -llamó tímidamente cuando lo vio de espaldas frente a la cocina.

Gon se dió la vuelta de un salto, y lo miró algo incómodo, adivinando la situación.

-Oh, ¡lo siento Killua! No me di cuenta de que no tenías más ropa, te prestaré algo, ¿está bien?

-Sí, gracias. Creo que hoy podré ir a comprar algo... No quiero ser una molestia.

-No te preocupes, nunca lo serias. Iré... iré a buscarla en la habitación. Debo tener algo que te quede.

Killua lo siguió, incómodo, mientras las pisadas rompían el silencio tenso entre los dos.

Gon se metió en su armario y comenzó a buscar. Sacó varias prendas y mientras elegía alguna se dió cuenta.

-¡Ah! ¡Eres más alto que yo! -exclamó mirándolo sorprendido.

Killua se sonrojó, tratando de cubrirse más con la toalla, lo que era imposible, y se encogió ligeramente para disimular.

-Somos casi de la misma altura, estará bien cualquier cosa que...

-¡Claro que no! Digo, si está bien, pero eres más alto... ¿Cuánto crees que sea? ¿Unos 5 o 7 centímetros? ¿Cuánto mides? -preguntó rápidamente sin poder contener su curiosidad.

-No sé, 1.85...

-¡Ah! ¡Lo sabía! Yo mido 1.80, ¡eres tan genial Killua!

-¡No los soy! -protestó mientras el rojo de sus mejillas comenzaba a extenderse también por su cuello-. ¡Es problemático! ¿Acaso has visto un Omega más alto que un Alfa? Es raro...

Historia de Buenos Días (GonKillu AU, Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora