Capítulo VIII

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El pánico comenzó a crecer dentro del pecho de Gon a medida que las feromonas de ambos disminuían.

Había roto su promesa. Y con creces.

Esto era mucho peor que solo tocar a Killua casualmente para ayudarlo con algo, o para cuidarlo cuando tenía fiebre, incluso peor que abrazarlo mientras dormía.
Recordaba vagamente que había pedido su consentimiento para tocarlo, pero eso fue mucho después de que casi mordiera su cuello. Por suerte se había controlado, pero la culpa no dejaba de atormentarlo, pues era la primera vez que le pasaba algo así.
Nunca, ni con su ex novia que también era Omega, había sentido tanta desesperación por marcar a alguien. No sabía si era por las feromonas de Killua, por su aroma, o por que el celo había sido demasiado súbito, pero, pensó, definitivamente algo andaba mal con él.
Trató de hacer lo mejor posible en el momento, y aún así había fallado.

Gon suspiró.

Lo único en que podía pensar ahora era en que no podía perderlo.
Le hubiera gustado vivir junto a Killua por mucho tiempo, pero ya no sabía si eso sería posible.

Killua se movió ligeramente, un poco más cerca de él. Sus manos habían quedado aferradas a su camiseta, manteniendo el abrazo que ambos compartieron. Gon no estaba muy seguro de si estaba dormido o inconsciente, así que lo único que se atrevió a hacer fue a abrazarlo con cuidado y acariciar su cabello para que no tuviera pesadillas.
De todas formas, los efectos adversos del supresor no debían durar mucho tiempo, así que el chico despertaría en un par de horas.

Mientras Killua no despertara, no podía hacer nada más.

Esperando que no lo odiara al despertar y con el corazón herido, decidió dormir un momento.

Quizá sería la última vez que podría estar así con Killua.





Historia de Buenos Días (GonKillu AU, Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora