Capitulo XIII

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Después de que pronunciara esas palabras, las cosas habían ido demasiado rápido como para que Killua pudiera recordar cómo habían llegado al hospital. Solo tenía en su memoria el rostro de Gon, primero sorprendido, y luego preocupado, para luego arrastrarlo fuera de la tienda.
De alguna manera habían llegado, y ahora ambos estaban sentados en la sala de espera.

Killua no podía dejar de temblar mientras miraba insistentemente sus zapatos, tratando de calmarse. Odiaba los hospitales, pero eso no era lo que provocaba su reacción. De hecho, no estaba muy seguro de qué era lo que ocurría, pero su cuerpo se negaba a obedecer. Sentía una presión enorme en el pecho, la cabeza le daba vueltas y su cuerpo estaba débil y tembloroso. Y aunque creía saber qué había ocurrido, prefería olvidarlo por ahora y concentrarse en solucionar esto.

—¿Quieres algo de beber? ¿Agua? —le preguntó Gon con el entrecejo fruncido por la preocupación.

—No… estoy bien. Es decir, estaré bien, solo necesito controlarme…

Gon lo miró un momento.

—Sabes, creo que hay algo que podría ayudar mientras esperamos.

—¿... qué es?

—Mmm… —Gon estaba dudando— creo que podría prestarte mi chaqueta. Mis feromonas podrían ayudar.

Killua levantó la vista, algo escéptico, y se encontró con la mirada luminosa del chico.

—¿De verdad crees que ayudará? —preguntó débilmente. No quería tener otra reacción extraña a las feromonas.

—Sí… bueno, ella solía hacer esto para alejar a la gente de mi. Lo siento muchísimo.

Killua tragó saliva. Había comenzado a juntar las piezas de lo que estaba pasando, la historia de Gon, y por qué Liam había dicho lo que le dijo al conocerlo.

—¿Crees que esperaremos mucho tiempo?

—Al menos una media hora más —suspiró preocupado.

—Está bien… —masculló Killua al fin.

Gon se quitó la chaqueta rápidamente como si fuera a darle primeros auxilios, y con mucho cuidado lo rodeó con ella.
Killua inhaló lentamente, casi saboreando el aroma de las feromonas, uno de los únicos que sí podía percibir.

—Si quieres… —Gon habló de nuevo, dudando— no es que tengas que aceptar, ¿si? Pero quizá… bueno, si te da asco no lo haré y…

—Lo que sea que estás pensando, está bien —masculló Killua, algo divertido por su reacción—. Confío en ti, y de verdad quisiera acabar con este dolor de cabeza y náuseas del infierno que estoy sintiendo lo más pronto posible.

Gon lo miró extrañado, y entonces sonrió suavemente.
Con mucho más cuidado que antes, comenzó a moverse hacia él. Killua se quedó inmóvil, esperando nervioso, y arrepintiéndose de lo que acababa de decir.
Primero sintió las manos de Gon sobre sus hombros. Luego comenzaron a bajar, lento, como esperando por su reacción. Al llegar a la altura de su cintura, las manos y luego los brazos del chico lo rodearon, y de pronto, una sensación cálida se extendió por su cuerpo.
Olía increíblemente bien. Recordó lo que sintió ese día, al despertar junto a Gon, el aroma fuerte pero agradable de la menta y el chocolate colándose hasta sus huesos.

—¿Te sientes mejor? Parece que tus feromonas se están regularizando…

Killua solo asintió con la cabeza. Se sentía demasiado débil como para decir algo, pero sus mareos y el dolor de cabeza estaban cediendo, así que no quería moverse ni un centímetro.
Una sensación tan familiar y tan cálida le parecía demasiado ajena… como si nada de eso le correspondiera, y se lo estuviera robando a alguien más.
Abrió los ojos lentamente.
Sí. Las palabras de la mujer que acababa de conocer resonaron en su cabeza. Probablemente estás sensaciones agradables le habían pertenecido a ella. Quizá solo estaba interfiriendo…

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⏰ Última actualización: Apr 14 ⏰

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Historia de Buenos Días (GonKillu AU, Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora