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La madre, ya satisfecha con el resultado de su cacería, era poco, podía esperar a las crías, pero no... eso sería cruel; ir por las crías sería innecesario, ya obtuvo lo que quería, lo necesario para alimentarse. Agarró el conejo ya muerto, dio la media vuelta y se iba a retirar.

.-Papá, ¿por qué te tardas? - el conejo regresó para saber por qué tardaba, solo encontró a la zorra con el cadáver de su padre.

.-No tengo que dar explicaciones, pero... él no sufrió. -silencio- Solo es nuestra naturaleza... si te reconforta, tal vez me pase lo mismo. -ella se retiró ante la vista del conejo.

Ella ya no le afectaba, si la odiaban, si le tenían miedo... Eso fue enseñado por su madre. Ella recuerda lo que dijo cuando fue su primera salida de caza, no de recolección, su primera cacería.

.-Cierra tu corazón, no dudes, no temas, solo acepta tu naturaleza; somos depredadores, ellos presas, pero recuerda solo debemos cazar cuando es necesario, no por placer,ni deporte.

.-Entiendo madre.- Se oía nerviosa, ya que era su primera salida para cazar. Ella se quedó mirando a su madre, era hermosa, majestuosa; tenía un pelaje espeso y brillante, de un color rojo intenso con marcas blancas distintivas en su cara y cola. Sus ojos eran brillantes y alertas, con una mirada inteligente y cautivadora.

.-Bueno, ¿qué esperas? Dime dónde está nuestra comida, tengo hambre.- Sin ver a su hija, esperando la indicación para poder ir a cazar.

.-De acuerdo madre.- Ella cerró los ojos y se concentró, respiró profundo y exhaló para tranquilizarse, y los abrió viendo el paisaje cubierto con nieve.

Aun sosteniendo el cadáver entre su boca, se alejó tanto de la zona de donde estaba. Le rugía el estómago, soltó el conejo y empezó a devorar, se detuvo cuando se comió todo el costado izquierdo, dejando de tener hambre. Ella agarró el sobrante y se dispuso a buscar un buen lugar para ocultar lo sobrante. Lo encontró al lado de un árbol, empezó a escarbar con sus patas delanteras, dejando un pequeño hueco en la nieve. Puso el resto del conejo y lo cubrió. Y en el árbol talló con sus garras delanteras una x para que su amigo sepa dónde está la comida.

.-Bueno, ya comí y estoy lista para volver a ver a mis pequeños y al viejo pato.-Feliz de poder ver a sus hijos de nuevo y tenía la intriga de cómo iba a la vieja ave, sabía que sus hijos pueden ser... difíciles, pero son niños, se entiende su comportamiento, además, ellos pueden comportarse, ellos nunca se escaparon de la madriguera. Bueno, ya que experimentaron un poco del exterior, tal vez empezaran con una etapa de rebeldía de salirse de casa... qué importa.

Tomó su ruta para ir al lago, ella no se cansaba de ver el paisaje, primavera, verano, otoño e invierno, cual sea la temporada, ella lo disfruta, si solo tiene poco tiempo, pero para un zorro es suficiente tiempo para adorar su hogar, el camino cubierto por la nieve igualmente los árboles con una pequeña capa que los cubría. Escuchaba el movimiento de las hojas de los árboles gracias al viento frío, el canto de las aves y el mejor sonido de todos, la risa de unos pequeños zorros jugando entre sí. Ella embocó una gran sonrisa, hasta incluso brillaba por la alegría que siempre tendrá por escuchar a sus hijos.

.- Hola mis amores.-Ella se dio cuenta de que los niños estaban jugando, pero cada uno de ellos jugaba con una pluma de su amigo, ellos intentaban evitar que las plumas tocaran el suelo. Y su amigo viéndolos con una sonrisa. Mientras se dieron cuenta de la presencia de su madre, dejaron caer las plumas y fueron con ella.

.-Mami/Mamá/Ma.-Felices, corrieron ante ella para abrazarla los tres.

.-Veo que sobreviviste.- Aceptando el abrazo, dirigió la vista a su amigo.

.-De hecho, lo hice.

.-¿Cómo estuvieron?

.-No podría haber sido mejor, pasamos un momento maravilloso.

Enduring ColdnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora