Intentaron de todo para encontrar otra entrada, pero el resultado era en vano. Solo consiguieron hacer un desorden enorme en la sala. Esta se conformaba con una chimenea, un gran sofá color marrón oscuro frente a esta, cubierto por mantas suaves y cojines mullidos, junto a dos mesitas con otras fotos suyas. Alrededor de la sala, hay estanterías de madera maciza que albergan una colección de libros y, por último, una alfombra de un tono terracota cubriendo el suelo de madera.
Pero las crías ensuciaron todo el suelo y hasta el techo con huellas. La alfombra estaba desplazada y arrugada, los libros de los estantes estaban tirados al suelo, sucios y con algunas marcas en ellos, y el sofá ya no tenía sus cojines y mantas, solo huellas y pelo adornando la superficie. Los causantes de esta escena estaban los tres recostados junto a la chimenea, cansados y se notaba que estaban decaídos.
.- ¿Qué es eso? - preguntó la hermana, mirando la fuente de calor proveniente de la chimenea, pero se notaba su voz decaída.
.- No lo sé - respondió su hermano-.
.- ¿Por qué hace calor?
.- No lo sé.
.- ¿Que es él?
.- No lo sé.
.- ¿Qué es este lugar?
.- No lo sé.
.- ¿Crees que se moleste por el desorden?
.- No lo sé.
.- ¿Por qué ya no estamos buscando?
.- Eso sí lo sé... Ya buscamos en todos lados y solo encontramos cosas extrañas y lo que está comiendo -dijo, viendo a su hermano comiendo un fragmento de forma irregular, de color marrón oscuro en su exterior y con una textura ligeramente rugosa al tacto- ¿Está bueno?
.- Sí -respondió este solo decaído pero aún masticando la cosa-.
.-¿Qué haremos?
.- No lo sé, estoy... cansado.
.-Igual.
Los tres se juntaron más y se empezaron a dormir, lo necesitaban. Tuvieron una mañana estresante y solo querían que esto fuera una pesadilla.
Pero adentro de la habitación donde estaban, el humano y la madre zorra estaban inconscientes porque el humano le había dado una pequeña cantidad de calmantes para que no sintiera dolor. Ella estaba en la mesa. Él empezó con un examen, pesando para saber cuánta es la cantidad correcta de medicina tendría que darle y después examinándola cuidadosamente para evaluar el alcance de sus lesiones. Ella tenía rasguños y golpes en su cuerpo, una pata delantera izquierda lastimada y lo peor, su colmillo roto. Él solo dio un suspiro de dolor al verla así, pero no era el momento, puso manos a la obra.
Primero, trató los rasguños limpiando las heridas con un desinfectante suave y aplicando ungüentos cicatrizantes para prevenir infecciones. Luego, se enfocó en la pata delantera izquierda lastimada, verificando si había fracturas u otras lesiones graves. Si estaba fracturada, lo supo por el movimiento de esta. Lo que pudo hacer fue ponerle un vendaje para estabilizar la pata y prevenir movimientos que pudieran causar más daño. Pero necesitaría una cirugía mayor.
Respecto al colmillo, estaba perdido y necesitaba otra cirugía mayor para extraer el sobrante de este, pero recordó algo de su antiguo trabajo: tenía unos colmillos de metal para un cliente que tuvo la idea de intentar ponérselos a su perro. Este no los tenía mal, solo los quería para que se vería genial, no se hizo pero conservaron los colmillos. Gracias a él, podría colocar un reemplazo para el colmillo perdido de la madre zorra, especialmente porque esta pérdida del colmillo le afectaría su capacidad para cazar o alimentarse. Así que mañana temprano iría al pueblo y visitaría su viejo empleo y haría la cirugía junto con sus antiguos compañeros. Aunque ya se jubiló, nunca dejará de tratar a los animales; es su vocación. Además, algunas personas vienen de visita para un chequeo o para pedir el favor de cuidar de sus mascotas a cambio de una buena convivencia o favores.
ESTÁS LEYENDO
Enduring Coldness
Short StoryVamos a ver la historia de una madre zorro que peleará por sus hijos. Pero llegara el momento que alguien más la ayude a cuidar y proteger a sus cachorros e igualmente a ella.