Chapter 6

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El sorprendente cambio físico de Leah





Era un día cualquiera en el gimnasio al que iban los chicos a entrenar, pero se sorprendieron al ver a alguien golpear al saco de boxeo con furia.

Era Leah. Haciendo golpes limpios y seguros al saco.

Pero eso no era lo que llamó la atención de los chicos, si no su cuerpo.

La calza negra que vestía Leah, dejaba ver lo bien formadas que estaban sus piernas, al igual que su top dejaba ver su abdomen. 

¿Leah? —murmura Sungchan acercándose a la chica junto a los demás, aún sorprendido por el físico de la cantante.

La mencionada se detuvo en seco al escuchar su nombre, girando hacia los chicos con una sonrisa radiante en su rostro sudoroso.

¡Hola chicos! —saludó con entusiasmo, secándose el sudor de la frente con una toalla—. ¿Qué tal les va?

Los chicos la miraban con asombro, sin poder apartar la mirada de su figura tonificada y atlética, pero aún así elegante.

¡¿Quién eres y que hiciste con mi niña?! —exclama Shotaro sacudiendo los hombros de la pelinegra. 

Solo decidí tomarme más en serio el entrenamiento, ¡y parece que está dando resultados! —dice entre risas.

A ver, pégame en el brazo —pidió Sungchan.

Leah sonrió ante la solicitud de Sungchan y se preparó para darle un golpe al brazo extendido del chico. Con un movimiento rápido, lanzó un golpe controlado hacia el brazo de Sungchan, mostrando su fuerza pero manteniendo la precisión y el control.

El golpe fue lo suficientemente fuerte como para sorprender a Sungchan, quien retrocedió ligeramente por el impacto.

¡Puta madre que pega fuerte! —grita Sungchan agarrando su brazo—. Dios.

Leah se disculpó rápidamente, preocupada por haber lastimado a Sungchan.

Lo siento, Sungchan, no quise golpearte tan fuerte. ¿Estás bien? —preguntó con tono preocupado, acercándose al chico para asegurarse de que no estuviera herido.

Los demás chicos se rieron ante la reacción de Sungchan, aunque también expresaron su asombro por la fuerza de Leah.

No te preocupes, pequeña —dice Sungchan parándose bien, aún sorprendido por la fuerza de Leah.

¿Te falta mucho para terminar tus ejercicios? Noona —pregunta Anton.

Unos 20 minutos —responde—. Luego iré a la agencia a grabar mi parte de memories. De mientras, los acompaño en los ejercicios...

Todos se esparcieron por el lugar yendo a sus ejercicios correspondientes. Leah por su parte se dedicó a hacer un poco de pierna y abdomen. 

Si me sigues mirando así voy a terminar desapareciendo, Bin —habla Leah mirando a través del espejo a su amigo.

Solo estoy orgulloso de ti —aclara sentado en la banca. Pues Wonbin antes estaba haciendo algo de brazo.

¿Orgulloso de qué? —pregunta ella mientras deja una pesa en su lugar y así caminar hacia él.

De todo tu proceso —afirma—. Me gusta que te alimentes bien y te preocupes por tu apariencia. 

Gracias —sonríe sincera. 

En eso, un chico pasó detrás de Leah empujándola hacia adelante, ocasionando que casi cayera. Pero Wonbin la tomó de la cintura atrayéndola hacia él.

¡Lo siento! —se disculpa el chico.

La próxima fíjate por dónde caminas —le dice serio el coreano.

El chico hace un reverencia y se va.

El pelinegro regresa su vista hacia Leah, viendo que aún la tenía contra él. Wonbin se sorprendió al sentir que su mano encajaba a la perfección con la cintura de la más baja, mientras que Leah sintió su cuerpo quemarse bajo el tacto de este.

Por alguna razón desconocida el ambiente se torno tenso y ¿caliente?

Yo... tengo que irme a... a la agencia —murmura Leah sin dejar de mirarlo. Pero él no la soltaba, en cambio solo trataba de acercarla más a él. Sus respiraciones comenzaban a mezclarse—. Bin... —susurró.

Wonbin se queda inmóvil por un momento, sintiendo el corazón latir con fuerza en su pecho mientras se encuentra atrapado en la intensidad de la mirada de Leah. La cercanía entre ellos parece la oleada de emociones que lo abruman. 

Leah... —murmura su nombre, apenas capaz de encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que está sintiendo en ese momento. Su voz suena ronca y llena de emoción.

Sin embargo, antes de que pueda decir algo más, Leah se aparta suavemente de él, rompiendo el contacto físico que los mantenía tan carca. 

Tengo que irme a la agencia... —dice Leah, aunque su voz suena igual de afectada que la de él.

El pelinegro asiente, incapaz de articular una respuesta coherente mientras ve cómo Leah se aleja. Una mezcla de emociones lo embarga, dejándolo con la sensación de que algo importante acaba de suceder entre ellos, algo que no puede ignorar.





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🢖 𝗦𝗶 𝗲𝘀𝘁𝘂𝘃𝗶𝗲𝗿𝗮𝘀 𝗲𝗻 𝗥𝗜𝗜𝗭𝗘 (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora