🢖 𝗦𝗶 𝗲𝘀𝘁𝘂𝘃𝗶𝗲𝗿𝗮𝘀 𝗲𝗻 𝗥𝗜𝗜𝗭𝗘 (CANCELADA)

Chapter 4

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Leah de regreso

Los chicos ya habían perdido la noción del tiempo de cuanto había pasado desde la última vez que vieron a Leah. Todos la extrañaban mucho y aún tenían  la esperanza de que regresaran.

Ahora mismo los chicos caminaban hacia la sala de ensayos, con el fin de ensayar, como los días anteriores. 

Abrieron la puerta y vaya sorpresa se llevaron.

Era Leah. 

Bailando a dueto con alguien.

Los chicos solo miraban impresionados, si bien sabían que Leah era muy flexible, pero no sabían hasta que punto.

— ¡Leah! —gritó Wonbin corriendo hacia ella y abrazándola con fuerza mientras la elevaba por los aires.

El corazón de Leah se llena de alegría al sentir los brazos de Wonbin alzándola en el aire, envuelta en un cálido abrazo. Los chicos la rodean, expresando su felicidad por tenerla de vuelta con gestos de cariño y sonrisas radiantes.

— ¡Wonbin, chicos! —exclama Leah riendo emocionada.

El chico la baja suavemente al suelo, pero no suelta su abrazo, como si temiera que Leah desapareciera si la soltaba.

— Te extrañamos mucho, Leah —dijo Wonbin con la voz temblorosa.

— Yo también los extrañé, chicos —Leah dijo conmovida—. No saben cuánto significa para mí estar de vuelta con todos ustedes... ¡Auch! —se queja llevando su mano a la frente—. ¿Por qué me pegas?

— Por irte a Italia sin decirnos nada —fice Shotaro serio—. ¡Nos tenías preocupados! No sabíamos nada de ti.

— ¿Cómo así? —pregunta confundida la pelinegra—. Pero si hablaba con Wonbin y Seunghan todos los días —apunta con su mano a ambos chicos. Todos los miran serios.

— Ella nos dijo que no dijera nada —se defienden.

— Noona —habla Anton bajo la atenta mirada de la chica. Leah solo permitía que él la llamara noona—. Si estás aquí, ¿significa que vas a volver?

— Si, Anton. Voy a volver —aclara. Ante esa afirmación los chicos celebran.

— ¡Yo les dije que volvería! —habla en alto Sohee—. Pero me llamaron loco.

— Leah. Qué pasó con... ya sabes, el ceo y todo eso —murmura por lo bajo Eunseok.

La menor mira a Wonbin y el asiente—. Gané la demanda contra el ceo —dice feliz—. De hecho, gané los derechos sobre mi. Si bien seguiré en el grupo y bajo la agencia, pero el ceo ya no podrá tomar decisiones sobre mi en cuanto aspecto.

— ¿Y la dieta? —pregunta Sungchan.

— Estoy recuperando mi peso poco a poco —sonríe—. Wonbin y Seunghan se encargaron de eso.

— Simplemente me aseguro de que coma las 3 comidas diarias y haga ejercicio —declara Wonbin—. Ahora más, porque ALGUIEN se enteró del estado físico de Leah y se molestó bastante.

— ¿Cómo? —preguntan.

— ¿Si recuerdan que soy modelo? —ríe leve.

— Leah no puede modelar hasta tener su físico en condiciones —habla ahora Seunghan mirando a la mayor—. Y como todos sabemos, Leah es la cara de Versace. Así que me contacté con una nutricionista y ahora Leah lleva una dieta de acuerdo a su estado actual, el cual va a ir cambiando conforme pase el tiempo.

— Últimamente te preocupas mucho por Leah noona —habla Anton moviendo las cejas de arriba a abajo mirando a Seunghan—. ¿Será porque gusta?

El pelinegro abre los ojos enormes antes las palabras de su amigo, sintiendo sus mejillas calientes.

— Te voy a matar... —dice entre dientes. Anton se asusta y comienza a correr por la gran sala—. ¡Ven para acá Anton! —grita corriendo detrás del maknae.

Los chicos sueltan una carcajada mientras que Leah solo mira sonriente la escena.

— ¡Ayuda, mamá! —grita Anton corriendo detrás de Leah, usándola de escudo humano—. ¡Dile algo!

— ¡Hey, no soy un escudo humano, Anton! —exclama entre risas la chica—. Seunghannie, deja de correr por todos lados persiguiendo a Seunghan, dejas mal al grupo —lo regaña. Él se queda quieto mirando con los ojos entrecerrados a Anton—. Hong, por favor.

El pelinegro mira a la más baja, sintiendo como su sistema nervioso aumentaba al ver los ojos brillosos de Leah.

— Si, Leah —responde suspirando, totalmente derrotado.

— Domado por una mujer —susurra Anton por lo bajo.

— Y tú, Anton —se queda quieto al ver como se gira para verlo—. Deja de molestar a los miembros. ¿Escuchaste?

— Si —responde.

— A ensayar, dale. No tenemos todo el día —hablan Shotaro y Leah a la vez.

— A veces me da miedo cuando ellos dos hablan a la vez —exclama Sungchan.

Los chicos ríen ante el comentario del más alto mientras se preparan para comenzar los ensayos. Con Leah de vuelta y el grupo reunido, están listos para trabajar duro y alcanzar nuevos logros juntos.

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