|Seis|

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Exactamente son las 5:38 am y tengo que alistarme para poder acompañar al señor Alastor a su importante reunión aunque no tengo ni la menor idea de que tratará pero aún así iré arreglada. Primero me voy a bañar, luego me cepillaré el cabello y ya veré después que hacer.

Terminé de bañarme y lo peor de todo es que no había agua caliente, al momento de cepillarme el cabello se rompió el peine ¿Que otra cosa me podría salir mal hoy? Quería ponerme una de mis blusas favoritas que son pegadas al cuerpo pero no encontré ninguna que combinará con mis zapatos ¡PUTA MADREEE! Mejor iré a pedirle algo de ropa a Angel por qué mi ropa desapareció mágicamente.

—Angel, mi querido amigo ¿estás ahí?- Son las 6:28 am y posiblemente aún no se despierte pero vale la pena intentar.

—Que necesitas _____, me estaba acomodando en mi cama cuando tú me vienes a molestar, ¿Si sabes que una estrella porno necesita descansar bien?- Egocéntrico de mierda.

—Angie, necesito una blusa y tú tienes las mejores del hotel, ¿Crees que podrías prestarme una?- La puerta se abrió y me arrastró dentro de su habitación para sacar todas sus blusas y mostrarme una a una.

—Con ese pantalón que vas a usar, está blusa es perfecta para ti querida.- Este hijo de puta me robó mi blusa favorita, esa blusa que había comprado con él mismo, esa misma blusa que tenia una manzana en el centro.

—Muchas gracias mi querido amigo, te lo agradezco demasiado.- Ni pienses que te voy a devolver mi blusa maldito desgraciado.

—Bueno niña, ya vete y déjame seguir durmiendo.- Me saco de su habitación y cerró la puerta de golpe.

Bien ya resolví un problema, ahora me faltaba resolver el otro problemita de mi peine así que iré a la habitación de Char para pedirle su cepillo. Mientras caminaba por el pasillo de la habitación de mí amiga se apareció una figura algo conocida para mí...

—Buenossss, días ssseñorita.-

—¡AHHH!- Grité y como defensa personal por qué creía que era algún malote le di una patada en el abdomen.

—¡Oh! Perdóname maldito hipócrita.- Después de haberlo golpeado me disculpé y lo insulte por qué Sir Pentius me seguia cayendo mal.

—N-no se preocupe señorita, disssculpeme usted.- Creo que hoy amanecí de mal humor o tal vez simplemente es el maldito periodo, solo por estas cosas odio ser mujer.

Él se quedó ahí en el pasillo con su séquito de huevos y yo seguí mi camino hacia la habitación de Char, cuando llegué ella me abrió la puerta tan emocionada como siempre, le pedí el cepillo y me lo prestó, luego regresé a mi cuarto para arreglar un bolsito.

—Querida _____ ¿Estás lista para ir a comer? Preparé jambalaya.-

—Claro que si señor Alastor, deme un momento y ya salgo, solo estoy alistando mi bolso.- La jambalaya que cocina el señor Alastor es muy deliciosa, es mucho mejor que el cordero que solía prepararme el señor Lucifer pero aún así extraño su comida...

—Esta bien dulzura, no te demores mucho por qué se nos hará tarde para la reunión.-¿De que tratará está dichosa reunión?

Pues... Me demore mucho más de lo que tenía planeado por qué me dieron ganas de maquillarme pero como no sabía hacerlo cuando baje a la cocina el señor Alastor me quedo viendo muy sorprendido.

—Querida, ¿estás bien? Disculpa que te ofenda pero te vas horrenda.- ¡Oh! ¿Tan mal me veía?

—Lo lamento señor Alastor, es que no se cómo maquillarme y pues hice lo que pude.- Él me limpio con un pañuelo que apareció mágicamente.

Mi no-vida a tu lado (Alastor x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora