Capítulo 23

23 4 0
                                    

50 días en la Tierra 39-81

Como todos en la vida, Natasha Stark padecía de días buenos y malos. Unos donde deseaba bailar y cantar todo el día, mientras que otros simplemente rogaba por desaparecer. Mentiría si dijera que ese día pertenecía al primer grupo.

Su mente había estado tan ocupada en Ultrón, que ni siquiera se dio cuenta de que la boda de Janet y Hank era en la tarde. Debía haberlo previsto, el día había sido tan perfecto que parecía hecho solo para la feliz pareja. El sol, el clima semicálido, el cielo despejado y ningún problema en la ciudad, creaban un ambiente de calma y tranquilidad, como si todos los neoyorquinos irradiaran paz.

Se encontraba sentada en una esquina de su cama con una toalla alrededor de su cuerpo. Eran, a lo mucho, las 5 pm y ella debía estar lista hace media hora, pero no tenía ganas ni de pararse de ese lugar. Solo observaba los edificios y a uno que otro helicóptero pasar.

Podía faltar a la boda si quería, podía hacerlo, estaba segura de que a Hank le daría igual, sin embargo, Janet probablemente estaría esperándola. Pero no tenía ganas, simplemente deseaba quedarse sentada ahí hasta que su cabello se secara para poder acostarse en su cama y fingir que no existía.

—¡Por Dios, Natasha! ¿Aún no te has vestido? —expresaba horrorizada Pepper Potts, mientras entraba a la habitación.

Tasha ni siquiera la volteó a ver, se limitó a encogerse de hombros, al mismo tiempo que los tacones de Pepper se acercaban apresurados hacia ella.

—Tasha, debíamos salir de aquí hace 30 min., Steve y Thor ya están listos, ¿por qué tú no? —Pepper continuó hablando mientras la veía.

La millonaria sólo miró a su amiga en silencio. Fue así como Pepper supo que Natasha no estaba bien. Sí, solía aislarse de las personas cuando tenía un proyecto, pero esta vez se sentía distinto, como si algo dentro de Tasha necesitase arreglo. Pepper se agachó a la altura de su amiga, para así poder verla mejor.

—Sé que han sido días difíciles. —Comenzó Pepper—. Pero tú sabes más que nadie que necesitas salir de aquí. Tiene mucho tiempo que no has salido de la torre, necesitas distraerte.

Tasha soltó un suspiró—. Lo sé. Es solo que... está muy tranquilo todo. —Se incorporó, para después caminar hacia su closet, obligando a Pepper a enderezarse.

—Yo espero que todo siga así. Es un gran suspiro de paz.

Tasha sacó un vestido largo rojo—. O el inicio de una tormenta. —Alzó ambas cejas.

Pepper rio—. Qué pesimista, Tasha.

—¿Qué? Puede ser. —Sonrió y comenzó a vestirse—. Solo digo que tengo un mal presentimiento.

—Todo saldrá bien. —Pepper se acercó a Natasha una vez que ella estaba vestida y le dio un abrazo—. Todo irá bien y si no, sé que podrás con eso.

Tasha esbozó una sonrisa insegura. No tenía la certeza de lo que pasaría, ni tampoco a qué se debía ese sentimiento desolador, pero si podía ahogarlo en alcohol, al menos esa noche, lo aprovecharía. Total, no iba a desperdiciar la oportunidad de usar ese vestido rojo que le sentaba a la perfección, y nunca más se volverían a casar sus amigos.



°~^~^~°



Con cada segundo que pasaba, Steve se ponía más nervioso. Debían estar en el lugar hace hora y media, en cambio, los tres permanecían en la torre, esperando a que Tasha estuviera lista. Thor y él se encontraban en la sala de estar del penthouse, tratando de matar el tiempo para que Tasha pudiera arreglarse a su ritmo.

En más de una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora