Capítulo 46: Dar el primer paso
Ascal experimentaba un nivel de dolor sin precedentes.
Lia colocó una pila de documentos sobre el escritorio con un ruido sordo.
Estos documentos contenían el discurso de investidura que Ascal debía memorizar, las leyes del imperio y otros asuntos críticos a los que debía atenerse.
"Memorízalo todo".
Ascal cogió los documentos con calma.
El texto, densamente empaquetado, era tan pequeño que resultaba casi imposible distinguir si eran cartas u hormigas.
"¿No puede esperar hasta mañana?".
La expresión de Lia cambió sutilmente. Se desató el pelo, siempre bien atado, y habló con firmeza.
"¿No puedes memorizarlo ahora mismo?".
Era una orden de la princesa.
Ascal empezó a memorizar los documentos, llorando por dentro.
'¿Dónde denuncio el acoso laboral? Ah, claro, soy el ministro'.
"¡Director-nim, no, ahora tú eres el Ministro! ¡Todo está listo para la cena del equipo! ¡Vamos al Aliento de Ballena!"
Sushia entró en el despacho con una sonrisa radiante.
Lia, que se había recogido el pelo, miró a Ascal como preguntando: "¿De verdad vamos a hacer esto?".
Ascal habló con solemne autoridad, propia de un ministro.
"Una cena en equipo también forma parte de nuestras obligaciones".
Ascal había salido airoso de la situación de emergencia.
****
El Aliento de la Ballena.
Ascal estaba lleno de nuevas emociones. La primera vez que vino aquí, no era más que un funcionario de bajo nivel, pero ahora estaba de visita de nuevo como ministro.
<¡Bienvenido, Ministro Ascal Debrue!>
Aun así, esto parecía demasiado.
Ascal se quedó boquiabierto ante la enorme pancarta que colgaba en lugar destacado.
"Es un honor conocerle, Ministro. Por favor, por aquí."
"Muy bien."
Ascal siguió las indicaciones del funcionario y ascendió al segundo piso.
Debido a que el lugar estaba alquilado para todo el día, estaba vacío.
Como era de esperar, la visión de funcionarios vestidos de etiqueta apiñados le hizo pensar en una banda organizada, un pensamiento que no podía quitarse de la cabeza.
Y allí estaba él, sentado en la mesa principal, aparentemente el jefe de esta banda.
"Por favor, tomen una copa".
Kane, el jefe del departamento 1, sirvió la bebida. Desde que Ascal se convirtió en ministro, Kane parecía creer que ya no podía hablarle de manera informal, siempre utilizando honoríficos.
Ascal sintió una punzada de tristeza ante la creciente distancia que los separaba.
"Gracias".
Después de beber un sorbo del caro licor, Ascal levantó la vista. Numerosos empleados del departamento de evaluación le miraban.
Cuando lo pensó, había sido un año lleno de trabajo y problemas.
'Han pasado tantas cosas'.
Un estafador que en realidad mejoraba las piedras mágicas, una fuente termal en erupción en el páramo, la tercera princesa Yulia convertida en su secretaria, un restaurante a punto de cerrar que triunfa, casi secuestrado por los nativos...
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La Emperatriz Tirana Está Obsesionada Conmigo
FantasyLa Emperatriz no me concede la dimisión.