La Emperatriz Tirana Está Obsesionada Conmigo

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Capítulo 70: ¿Por qué estás aquí?

El general Vadim partió hacia el este.

Era el camino de vuelta a su tierra natal, Erindale.

Sin embargo, no estaba de buen humor.

Su tierra natal era una tierra maldita, donde ninguna cosecha crecía adecuadamente y el ganado moría demacrado.

Algunos dicen que es la Tierra de la Muerte, Erindale.

Vadim recordaba los viejos tiempos.

Aquellos tiempos desesperados en los que apenas sobrevivían de la corteza de los árboles, aferrándose simplemente a la vida.

Y a Mazar, que los había salvado de su miseria.

"¡Guerreros! Tendremos éxito. ¿Quién lo hubiera imaginado? Conquistaremos la tierra de los monstruos, Elver".

"¡Vadim! ¡Vadim!

"Conquistaremos Erindale igual. ¡Domeñaremos y cultivaremos esta tierra maldita hasta convertirla en una tierra de abundancia! ¡Todo por Mazar!"

"¡Hurra!"

Habiendo terminado su discurso, Vadim dirigió la procesión hacia adelante.

Pero honestamente,

Fue aterrador.

Enfrentarse a monstruos que devoraban humanos era una cosa, pero volver a la yerma tierra natal para soportar las mismas penurias de nuevo era otra.

Sin embargo, tenían que tener éxito.

Mazar debe estar esperando allí, sin duda.

Cien guerreros corrieron hacia Erendale.

(La tierra es ciertamente un páramo maldito.)

El primer guerrero dice que tiene miedo.

El segundo guerrero dice que tiene miedo.

El tercer guerrero dice que tiene miedo.

El centésimo guerrero también...

"Ya casi llegamos. Guerreros, miren esa señal".

<- Elver | Erindale->

"Este camino lleva a la tierra de los monstruos, Elver. Regresa si valoras tu vida."

"El hogar está cerca ahora..."

Vadim endureció su corazón.

Era una tierra espantosa, incluso cuando la tocaban los humanos.

No sería sorprendente que algo inusual hubiera sucedido durante su ausencia.

"General, algo está mal."

"En efecto. ¿Podríamos haber tomado el camino equivocado? Parece improbable."

Extraño.

Ha habido follaje desde hace un rato.

Incluso una vaca deambulando.

La vaca tomó un bocado de hierba, luego se acostó de inmediato y comenzó a dormir.

Era evidente que tenía sobrepeso.

"¡Debe ser una ilusión! ¡Toca el cuerno!"

"¡Exactamente! Es imposible que la vaca esté tan gorda. Prepara el cuerno!"

Bwoooooo--

Lo soplaron.

El cuerno anti-demonio, transmitido a través de generaciones entre la Tribu León.