Decisiones y consecuencias

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Al día siguiente y habiendo dormido lo necesario, Kagome hablaba con Sango sobre porque sabía su nombre.

—De dónde vengo, tu vida era diferente, habías sufrido ciertos sucesos —contaba al ver que el presente de Sango era por mucho mejor—. Pero me alegra que ahora no ocurrirán.

—¿Qué sucesos fueron aquellos? —preguntó curiosa Sango— ¿fueron malos?

—Ese tiempo ya no existe, el que vives ahora es tu presente —suspiro al ver que su amiga ya no sufriría—, es el que cuenta y es mejor que no sepas más, porque como te digo, ese tiempo ya no es y mejor porque fueron malos.

Aunque a Sango le hubiera gustado saber, sabía que no era necesario y que como dijo la miko ella vivía bien.

En ese momento la miko futurista quedó metida en sus pensamientos al darse cuenta que había cambiado la vida de su amiga, quien ya no sufriría al ver como acababan con sus seres queridos y que Kohaku no pasaría todo el tormento que había vivido en la línea del tiempo que ahora había dejado de existir. Si lo analizaba con más detalle, no fue la única vida que habia cambiado y cayó en cuenta que Kikyo seguro estaría vivía y no era un cadáver andante.

Y no podía dejar de lado que Sesshomaru en vez de haberla matado por las groserías que le dijo en su momento más complicado, había sido tolerante y estaba ahí protegiéndola.

—¿Acaso lo que viví era el precio por cambiar el destino de todas estas vidas? —se cuestionó aun pensativa, pero descarto tal idea rápidamente—. No, no lo es, ¿cómo podría ser tal acto vil un pago por este cambio del futuro? Toga debe pagar y se cómo lo hará —se tocó el vientre plano con rabia.

—Kagome, me decías algo —habló Sango, que apenas oyó lo que dijo.

—No nada, ¿dime Sesshomaru esta? Quizás pueda hablar con él —esto sorprendió a Sango que rápidamente respondió.

—Se encuentra en los jardines, entrenando, si deseas cuando acabe le digo que venga —dijo aun sorprendida.

Luego de esto la youkai vino a revisarla y ver como las heridas ya iban sanando y más con el descanso que tuvo y sintió claramente como el reiki iba en aumento y temió por la vida del cachorro, pero se detuvo de decirle algo. Sesshomaru por la mañana habia dicho que él se encargaría de decirlo.

Pasaron las horas y la tarde llegaba y Kagome estaba muy aburrida de estar en cama, aún tenía la mente hecha un lio y de cuando en cuando pequeños flash back de lo que vivió acudían a su mente. Esto solo provocaba que su odio se fortaleciera y sentía más rechazo por el hijo que ahora llevaba.

En tanto Sesshomaru, habia sido avisado que la miko futurista estaba pidiendo audiencia con él y que fuera a buscarla. Aunque esto lo contrario un poco por la actitud del día pasado decidió ir y de una vez saber que haría con su hermano que llevaba en aquel vientre.

La puerta de la habitación de Kagome se hallaba abierta y ella mantenía la mirada sobre un espejo que sango le habia facilitado, podía ver que su rostro tenía muchos arañones producto de oponerse a ser tomada por la fuerza. Solo que en ese momento sintió la presencia de Sesshomaru y poso su mirada en él.

—Puedes acercarte —invito Kagome a la vez que se acomodaba en el futón.

—¿Que has decidido sobre el cachorro? —pregunto sin rodeos, con aquella mirada indescifrable.

—Es un asunto que sería resuelto rápidamente sino tuviera en mente los principios que se me inculcaron —respondió recordando a su madre y las enseñanzas que fueron dadas— pero la verdad es que no deseo tenerlo.

—Sino lo tienes, olvidaras lo que mi padre te hizo —hablo afirmando, pero fue corregido por Kagome que interrumpió.

—Jamás, nunca lo olvidare. Yo debo vengarme —afirmo decidida con mirada determinada— y creo que yo al mantener con vida a tu padre ha cambiado el tiempo de donde vengo y es posible que mi existencia haya sido borrada y la de mi familia.

Bien por MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora