Rupturas

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Al día siguiente ya los tres estaban en el Palacio del Oeste, una gran discusión se habia formado entre el hanyou y su padre. Kagome por demás se sentía incomoda y más aún porque el hanyou la habia tildado de mujer fácil. Pero la que disfrutaba era Irasue, que llamaba karma a la situación.

—Inuyasha, ¡contrólate! —exigía Kikyo viendo que este quería seguir insultando a Kagome.

—No me pidas eso, ¡esta maldita sedujo a mi padre y destruyo la felicidad de mi madre! —gritaba viendo con odio a Kagome.

—Deja de hablarle así a Kagome, hanyou —advertía Sesshomaru con aquella voz que helaría la sangre.

—Vaya sí que son entretenidos, felizmente que vine —hablo Irasue con una copa de vino en mano— ¿y dime humana, que se siente ser la traicionada? —pregunto a Izayoi que aún estaba estupefacta.

—¡Irasue lárgate!, esto no es asunto tuyo —ordeno Toga que ya estaba harto que no le dejaran explicarse.

—¿Me quieres privar de un buen espectáculo?, no es justo —dijo con aquella sonrisa burlesca.

Para ese momento la miko sentía colera que todos estuvieron asumiendo las cosas de manera errónea, acusándola y más que nada aquel hanyou, cuando ella solo era la víctima.

—¡Ya basta! —exploto sintiendo que su reiki se liberaba—. En primer lugar, no soy una mujer fácil, Inuyasha, tu padre fue quien me violo quien me pago mal por el bien que le hice al salvarle su vida, cuando se suponía que iba a morir. Este pago —señalo su vientre— yo no lo pedí.

—¡No te creo nada! —grito el hanyou en respuesta— si fuera como dices hubieras perdido ese cachorro, pero no, tú lo usas por obtener algo cambio.

Solo que en ese momento a Kagome no le importo nada y lanzo una descarga al hanyou, ante la mirada de Kikyo que sabía que se lo merecía.

—Fue por culpa tuya que termine así Inuyasha —dijo en medio de su colera viendo la cara de dolor y de confusión del hanyou—. Vengo de otro tiempo en donde tu padre es puro huesos, fue por ti que viaje sin quererlo a este tiempo, ¡pero ya vez me gane esto y para colmo tu sigues siendo un maldito inmaduro! —grito ya harta de todo.

—Kagome ya basta —hablo Sesshomaru preocupado yendo por ella — sella tu poder o puedes morir y matar al cachorro.

La miko escuchaba eso, pero también sentía que el mundo le giraba y al dar un paso se desmayó siendo atrapada por Sesshomaru. En ese momento Toga también quería auxiliarla pero fue detenido por las palabras de su compañera.

—Así que violaste a la jovencita cuando ella solo te salvo —resumió Izayoi con ojos incrédulos viendo a Toga.

—Estoy arrepentido de lo que cause, necesito que me perdones —suplico Inu No—. Jamás lo haría en mis cinco sentidos, fue esta bestia que poseo quien lo hizo.

—Esa excusa ya me la conozco —respondió ante los ahí presentes que no se lo esperaban— Hoy terminamos y no quiero que me sigas.

—Izayoi por favor, reconsidera —dijo mientras la tomaba por el brazo—. No dejes que esto arruine nuestra relación. Yo cumpliré con mis deberes hacia ella, pero sabes que a ti te amo.

—¡Vaya!, veo que quieres formar un harem aquí —dijo Irasue con una ligera sonrisa—. Creo que no debes aceptar eso Izayoi, ambas sabemos que él tiene ciertas inclinaciones que parecen no tener un límite.

—¡Maldición Irasue, cállate la boca! —grito Toga al mismo tiempo que iba sobre ella para tomarla por el cuello.

—No te atrevas a hacerle daño —lo detuvo Izayoi molesta y dolida—. Tú te has ganado todo esto. Kikyo ayúdame a preparar mis cosas, hoy saldré de Palacio —comunico a su nuera quien dejó de lado a Inuyasha.

Bien por MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora