No matter what

IV. Nuestro cielo

No importa qué
Nuestro Cielo

~Tres meses antes~
Entre el papel tapiz de variados tonos rojo pastel que conformaba su despacho, el de ojos violeta se encontraba sentado en su escritorio mientras fumaba un puro, frente a él había tres hombres. El ambiente parecía ser denso tras puertas cerradas.

Sobre el gran mueble que les dividía, Gareth apoyaba los codos mientras movía lentamente una hoja tras otra, terminando por dejar un gran desastre sobre el escritorio; leía sumamente concentrado las anotaciones tras cada fotografía, días, horarios, locación, etc. Luego de terminar con la última, mantuvo los codos pegados a la mesa mientras sus dedos se entrelazaban para así acunar el mentón propio. 

Los investigadores vacilaron antes de poder al fín observarse entre ellos, intentaban explicarse sin palabras el porqué de la inusualmente larga pausa que el aristócrata violeta se tomó, lo más difícil de interpretar era esa expresión facial: entrecejo que denotaba entre arrugas molestia, o quizás sólo concentración, o decepción, o... ¿estaría acaso conteniendose para no gritar furioso?. De todo paso por el trío de mentes hasta que un suspiro les sacó de sus cabilaciones.

- ¿Y? – inquirió - ¿qué tienen para mí?.

Ningún hombre respondió nada, conteniendo nuevamente la necesidad de observarse entre sí. Gareth presionó contra el cenicero con suavidad, pero firmeza la parte fogosa del cigarrillo deshaciéndose del último humo que retenían sus pulmones.

- ...

- Es todo lo que hemos podido averiguar acerca de la chica – habló por fin uno, pero el silencio del hombre no hacía más que prolongarse, por lo que decidió recapitular – los jueves y domingos sale a la feria del periferio sur de Londres entre las 8 y las 11 de la mañana; ella acompaña a la dueña del burdel: Priscilla Parker. Uno de mis hombres pagó un privado con una de las chicas, logró averiguar que Sophie, Sophie Parker, una de las mujeres que trabaja ahí daría lo que fuera por prostituir o correr a Ciel de la casona, pero la anciana que le habría encontrado en una bolsa plastica entre los rieles del tren que se dirige al puerto se encariñó y acabó por quedarsela a los siete años, se lo tiene terminantemente prohibido; de echo, de no ser porque Sophie es sobrina de Priscilla, ya la habría corrido.

- Todo eso ya lo sé, qué más averiguaron.

- ...Los... los sábados por la noche hace una actuación, luego de eso se dedica a limpiar y atender clientela, pero como bien dice su apodo, no tienen permitido adquirirla– Gareth asintió, el hombre hizo una pausa – consiguientemente, decidí pagar un privado con Sophie, le suministré una dosis mediana de un fuerte depresor del sistema nervioso central, así pude obtener más información muy valiosa... Sophie es la única heredera de su tía, ya que su única hermana y madre falleció, ella tampoco tuvo hijos y su marido murió, además que Ciel no está legalmente adoptado - hubo otra larga pausa hasta que el hombre luego de dar un largo suspiro con sus ojos cerrados, alzó la vista y continuó - logramos confirmar que la chica fue violada hace dos años y que además, está secretamente enganchada de un cliente que no conoce.

- Eso también lo sé, prácticamente no han hecho más que repetir mi propio trabajo – comenzaba a elevar el tono– les había dicho que me descubrió ¡que yo no podía continuar espiando! ¡que comenzaba a sospechar!.

- Desde aquel echo, su hijo no ha vuelto a asistir a la casona.

- Eso está muy bien – se frotaba la barba – necesito que continúen así, que de ser necesario intervengan y frustren disimuladamente cualquier tipo de interacción que pueda haber entre ellos ¿entendido?.