Este capítulo me salió más largo que los demás, pero vale la pena leerlo, me gustó mucho escribirlo. Se puede decir que desde aquí empieza a tomar verdadero sentido la historia.
Gracias a los que están apoyando dedicando su tiempo a leer y regalándole un voto a los capítulos.
Espero les guste ❤️
CAPITULO 10
—Bien —Evan asiente, indicándome que es correcto el lugar donde estoy parada—. Ahora pon tu mano derecha sobre la mía.
Lo hago rápidamente. No tenemos tanto tiempo antes de que llegue Diego a buscarnos.
Es casi como si pasara en cámara lenta, cuando saca un pequeño objeto puntiagudo de entre un bolsillo del pantalón y lo hunde en la palma de mi mano haciendo un corte no tan profundo pero lo suficiente para que brote un hilo de sangre de la herida.
Yo aprieto un poco los dientes, no es doloroso pero algo molesto sí. Cuando era más niña no me dolían las caídas, siempre fuí como inmune al dolor, si eso podría ser posible. Duelen más las heridas internas que las externas.
Evan agarra un poco de sangre que quedó en el filo del objeto y se lo mete a la boca, saboreándosela.
Él abre mucho los ojos, arrugando la nariz con una mueca de desagrado en la cara.
—¿Qué mierda...? —mosculla, escupiendo la sangre al suelo.
Me quedo mirándolo, sin saber qué decir.
—¿Evan...? —no soy capaz de preguntar nada.
Me vuelve a mirar, limpiándose el alrededor de la boca con el torzo del brazo muy bruscamente.
—¿Qué tienes por dentro, Helany? —me pregunta en una mezcla de preocupación y... Horror. Sí, su cara era de horror—. Sabe horrible, a sangre... Sucia. ¿Por qué tú sangre sabe así? ¿Qué...? ¿Qué ha pasado? ¿Eres...? No... Pero, ¿Por qué?
Me quedo paralizada, asustada por su drástica reacción. Podría jurar que al principio se veía ansioso por probar mi sangre, incluso miraba mi mano con fascinación.
—No entiendo a que te refieres —es lo único que me sale.
Evan me agarra la mano derecha, donde hizo el corte y la presiona entre las suyas. Cierra los ojos murmurando unas palabras en voz baja y en otro idioma que no puedo entender, cuando los abre sus ojos se han puestos totalmente rojos y más brillantes de lo normal.
—Tienes poco tiempo antes de ser teletransportada otra vez. Cuídate y ten esto —me da el pequeño cuchillo, antes de desaparecer.
Y, como en un abrir y cerrar de ojos siento como si mi alma se desprendiera de mi cuerpo, haciéndome levitar en la nada durando una milésima de segundo. Cuando los abro, ya estoy en medio de lo que reconozco como el bosque oscuro. El frío y la oscuridad reinan en mi alrededor, porque ni siquiera el sonido de los animales se escucha.
Está todo... Extrañamente tranquilo.
Dejo de respirar para poder divisar algún sonido, algo que no sea solamente el viento chocando con las hojas de los árboles a mi alrededor. ¿Porque todo parecía estar tan silencioso? Era como si no hubiese vida habitando allí, ni siquiera el sonidos de los grillos se escuchaba.
Escuché, muy lejos, pero muuuuy lejos, el sonido de agua cayendo por las rocas; era la cascada que veía desde el balcón de mi habitación. Eso podía indicar algo, que tenía que ir del lado contrario a ella, ya que allí se hayaba el límite entre Kadavra Actual y Kadavra Antigua.