Capítulo 4: Compinche

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Paco, un hombre rubio vestido con un pantalón de vestir y una camiseta hawaiana caminaba por la calle, alicaído. Era el único villano que Gunspider no había matado en su día, lo cual es un logro bastante impresionante si no fuese porque le debía esa suerte a no haber sido capturado por ella sino por la americana.

Aun así y sabiendo la identidad de la mujer, decidió no decir quien era. Al principio era por miedo, ahora era por respeto. La mujer había salido del pozo en el que parecía haber caído y encima parecía haberse reformado, sin duda era de admirar. Llevaba meses pensando en eso, después de salir de la cárcel su hija no le hablaba, la madre de la niña tampoco y no había manera de conseguir trabajo.

Caminó y caminó hasta estar enfrente de un escaparate lleno de televisiones. Allí lo vio, EmeraldSpider. Estaba seguro por la voz de que se trataba de la tía que se tiró aquel día después de un match de tinder, aunque seguía habiendo gente que pensaba que era una impostora.

- ¿Cómo lo hiciste? ¿Y por qué? - Se dijo el hombre a sí mismo mirando la pantalla. - ¿Y si hablo con ella?

El hombre sacó su móvil del bolsillo, mirando la lista de contactos. No estaba ni seguro de que aquel teléfono fuese a funcionar, a saber si había tenido que cambiar de número o no. Suspiró y se volvió a guardar el móvil en el bolsillo.

- Está claro que hay un método mejor para hacer esto. - Dijo reanudando la marcha. - Necesito demostrar que puedo hacerlo, el nombre de Electro va a tomar otro significado.

El hombre siguió en dirección a su casa, decidido de empezar a encaminar su carrera a algo mejor, aun no teniendo muy claro como coño iba a hacerlo.

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Valeria se despertó acurrucada en el pecho de Andrés, el cual no estaba cubierto por Venom. Valeria se levantó y se acurrucó en su brazo antes de que este despertara. Al mirar hacia su cara se dio cuenta de que la estaba mirando con una sonrisa divertida.

- No hacía falta, podías quedarte ahí.

- Me da igual, aunque sí me apetece estar un ratito así.

- Valeria, nos tenemos que levantar, yo me tengo que ir y dejarte a Angie y tú tienes ordenadores que arreglar ahí fuera.

- Mierda, tenías que tener razón, cabrón. - Dijo Valeria levantándose.

Ambos salieron de la habitación, Valeria llevaba una camiseta que le quedaba grande, tapándole el pantalón corto de pijama casi por completo mientras Andrés salió con un pijama de Valeria directo al baño. María parecía seguir durmiendo, por lo que Valeria siguió a Andrés al baño para lavarse la cara mientras este entraba en la ducha.

Al cabo de un rato Valeria ya estaba en marcha con los ordenadores mientras Andrés salió del baño con el pijama de Valeria y con el pelo mojado. Al poco salió aun con el pelo mojado pero ya con su ropa puesta.

- Bueno, me voy y te traigo a Angie. Puede que tarde si me toca despertarla.

- Vale, sin problemas, yo seguiré haciendo mis cosas. - Dijo girándose para despedirse de él con la mano.

Andrés se fue por el portal mientras Valeria volvía al trabajo. Al cabo de unos minutos se abrió otro portal y aparecieron Andrés y Angie. Valeria, que ya había terminado con los ordenadores y estaba esperando a Xavin les dio la bienvenida con la mano y una sonrisa. Se levantó, dio un abrazo a Andrés y acarició a Angie, la cual se mostró un poco molesta, pero estaba sonriendo ante la acción de la adulta.

- Bueno, me voy, no queméis nada en mi ausencia.

- Tranquilo, las bragas las quemo cuando estás delante.

Gunspider 3: la gran caceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora