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Era obvio que mantener a sana contenta no iba a ser tarea fácil, mucho menos cuando a Jihyo no le interesaba hacerla feliz, se abstuvo de preguntarle, buscar conversaciones, o nada que fuera estrictamente necesario

Sana tenía siempre la mirada hacia abajo, su cuerpo temblaba ocasionalmente y llevaba entre sus dedos una lámina de la que Jihyo no se dió cuenta que tenía hasta que la llevaba a darse una ducha

—¿Qué es...?—Tomar la lámina no fue difícil, sana estaba tan débil que apenas respiraba con moderación. Jihyo vió que se trataba de una fotografía

La fotografía en blanco y negro con una Sana, en su uniforme militar, posando junto con una joven bruja que le llegaba al hombro, Sana tenía un rostro muy serio que imponía respeto con tan solo apreciarlo, la otra chica sonreía atrevidamente como si estuviera ocultando algo

Jihyo se estremeció de solo imaginarse que tipo de situaciones estuvo forzada a realizar Sana para sobrevivir, o las cosas que hizo en nombre del aquelarre. Sabía que aquella chica de al menos quince años que posaba a su lado era una aprendiz, diferenciada por una vestimenta de iniciada

Guardó la fotografía en un estante, asumiendo que para Sana tenía un valor emocional

—Tienes suerte de que yo si tengo empatía por las emociones de los demás—Susurró, mientras que chasqueaba los dedos para dejar a Sana en ropa interior frente a una bañera

—no...no...—Replicó Sana con un tono de voz delirante

—Es solo agua—

—¡No!—Gritó aterrorizada, intentando girar su silla de ruedas de regreso a la sala—¡No, no, no!—

La preocupación de Jihyo por la sobrerreacción de su ex pareja no se hizo esperar. Pensó en todas las cosas que pudo haber experimentado Sana como para tenerle miedo hasta una ducha

—Está tibiecita, venga...—Insistió, cerrando la puerta del baño—No quiero a una apestosa que espante a mis comensales—

—¡No! ¡No Nina!—

Jihyo se quedó frente a frente con ella, no tenía ni la más remota idea de que estaba hablando, estuvo esperando que se relajara, pero sana estaba hiperventilando al punto que creyó que iba a desmayarse, con los ojos bien abiertos sobre el agua que emanaba un ligero vapor por la temperatura

No fue hasta que la bañera se enfrió, que Sana parecía finalmente estar bien

—Vamos, solo es un poco de agua —Jihyo probó nuevamente, acercando sus manos a la bañera para tocar posteriormente los delgados brazos de su ex novia, quien se estremeció con el tacto, aunque fue una reacción más positiva que con el agua tibia

Por fin, jihyo notó algo que le gustaba a Sana, cuando consiguió que su cuerpo quedara cubierto hasta la cintura de agua fría. El ambiente se sentía muy triste a pesar de todo y Jihyo comenzaba a compadecerse cada vez más por sana, solo que su resentimiento no dejaba de pincharle el corazón, recordando lo mucho que la había lastimado antes de irse

Ahora estaba en su bañera, con agua cayendo de un tazón de madera sobre su cabello casi blanco, y la espalda igual de pálida de la que Jihyo notó mil y un cicatrices con formas de escamas enrojecidas

"Maldiciones" pensó la cocinera, cuando identificó el tipo de heridas que tenía Sana en la espalda

"Despartición" reconoció nuevamente, con la mirada fija en el hombro de Sana que parecía estar dislocado

"Mil agujas" dijo una última vez, cuando Sana consiguió mover levemente las piernas para quedar abrazada de sus rodillas, notando sus cicatrices en forma de cerámica rota que iban desde los muslos hasta los dedos de sus pies

Aftermath (Sahyo G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora