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La torre se tambaleó en el momento que la bruja decidió atacar, los pasos que dio fueron tan severos que dejaba el suelo agrietado, avanzó con dos zancadas directamente hacia Lay, alzando su vara para dar un golpe definitivo

El impacto fue monumental. La vara de doble filo de Sana se estrelló contra el bastón maldito de Lay en un choque de fuerzas mágicas que hizo temblar la estructura de la torre. Chispas y destellos de energía se dispersaron en el aire, iluminando el enfrentamiento.

Sana, con ojos rojos y una determinación feroz, continuó su ofensiva, gruñendo como un animal salvaje. Cada golpe que asestaba llevaba consigo una potencia devastadora. Lay luchaba por mantenerse firme, pero la diferencia en poder mágico se volvía cada vez más evidente. La torre vibraba con la intensidad de la batalla, y el viento soplaba con furia a su alrededor y ese bastón maldito estaba a dos impactos de reventar

—¡No puedes ganar, Lay! —gritó Sana, elevando su vara para un golpe final.

Pero Lay, lejos de rendirse, desplegó una táctica desesperada. Con un giro hábil de su bastón maldito, desvió el siguiente ataque de Sana y contraatacó con una nube negra que atrapó a la bruja

Sana se encontró momentáneamente cegada y atrapada en la oscuridad. Su enemigo aprovechó la oportunidad para retroceder, respirando agitadamente. Sabía que no podía subestimar a Sana, incluso en ese breve respiro, pero si gana el suficiente tiempo podría ganarle

La esfera de sombras se disipó lentamente, revelando a Sana en el centro, ilesa pero con una mirada aún más intensa y desafiante.

Sana ya había golpeado una vez mas el bastón, Lay no era tan hábil físicamente, debió guardar las distancias desde un principio, pero no estudió correctamente a la bruja como para darse cuenta de que era tan fuerte y escurridiza

El bastón maldito se reventó, junto con todo lo que eso conllevaba

Se hizo añicos bajo la fuerza del impacto de Sana. Un estallido de energía oscura se desató, envolviendo a ambas en un remolino de sombras atormentadas de todas las brujas que Lay mató y algo mas aterrador que eso, algo que Sana desconocía en el momento

La torre tembló con mayor intensidad, pero esta vez, era la liberación de una magia que había estado contenida.

Cuando la oscuridad se disipó, Sana emergió ilesa, pero Lay estaba en el suelo, exhausto y sin su bastón maldito. La torre, aunque maltrecha, permaneció de pie. La batalla había llegado a su fin.

Sana soltó su vara de doble filo, alzó su mano derecha, y la sombras comenzaron a orbitarla hasta que se acumularon en su puño, obedeciéndola, el terrible error de no conocer tu enemigo estaba apunto de cobrarle factura a Lay

Sin poder levantarse, miró a Sana con desdén.

—Muy fácil, como siempre, ahora te enseñaré como se usa la magia de verdad, sin varitas—

—Zorra presumida...—pronunció con un tono desafiante, aunque claramente derrotado

Sana se acercó a Lay y extendió su mano, no soportó la exposición directa a la magia maldita, comenzó a gritar y retorcerse del dolor, hasta que su piel se derritió ante la atormentante balada de sollozos que emanaba el puñado de almas de brujas que había matado a lo largo de los meses, estaba pagando por todo

observó impasible el sufrimiento de Lay, quien estaba siendo consumido por la magia oscura liberada de su propio bastón maldito. Aunque la bruja no mostraba señales de compasión, había una mirada de advertencia en sus ojos.

—Este es el precio de jugar con fuerzas que no entiendes. La oscuridad que manipulas puede volverse en tu contra —dijo Sana con frialdad mientras las sombras continuaban su danza macabra alrededor de su mano

Aftermath (Sahyo G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora