Diario de un poeta || Eruri

2/4/850

Volvimos al antiguo cuartel general del Cuerpo de Exploración, y cuando digo el antiguo me refiero al castillo donde empecé mi vida como soldado. Erwin había decidido que por la posición en la que estaba nos beneficiaban más en la misión de ocultar a Eren. Yo la verdad estaba muy feliz por ello, aunque a diferencia que hace unos años, está vez no tenía tanto tiempo libre, y tampoco con quien pasarlo.

"El antiguo cuartel general del Cuerpo de Exploración..." Brossard le hablaba a Eren. "No es más que un viejo castillo remodelado. Aunque salta a la vista que tiene un aspecto imponente." Estábamos a punto de llegar, mi escuadrón junto a Eren, íbamos en caballos a paso lento. "¿Quien iba a decir que los estaríamos usando de nuevo está magnífica construcción para esconderte a ti?" Los arboles hacían sombra marcando el camino, hacia buen tiempo. En otras circunstancias...estaría tumbado con Erwin en nuestro árbol.

Petra y yo íbamos de coche escoba, Eren y Brossard iban en medio del grupo mientras que Gunther y Erd encaminaban al equipo en el frente. El mocosos apartó la vista del frente para mirarme.

"Los pies en la tierra, novato." Llamó su atención Brossard. "Por mucho que seas un Titán, me cuesta creer que el Capitán Levi pierda el tiempo haciendo de niñera de-" Antes de que terminase la frase se mordió la lengua debido a un bache.

"Si es que ya te lo tengo dicho, melón." Dijo Petra mientras suspiraba.

Al llegar todos bajamos de nuestros caballos.
"Guardarlos en los establos." Ordené mientras me encaminaba a la entrada.

"Te está bien empleado por no poder callarte ni cuando cabalgas." Escuché a Petra hablar con Brossard.

"Las primeras impresiones son las que cuentan, he hecho que el novato se cagara de miedo."

"Creo que más bien se habrá quedado sin palabras al ver lo idiota que eres."

Decidí ignorar su conversación, demasiados años ya con ellos. Ya sabía cómo iba a acabar.

Había mucha maleza por los alrededores, y había plantas trepadoras que subían por los muros. No hace mucho que volví a visitar este castillo, pero ahora la energía se sentía diferente.

"Seguro que el interior está lleno de polvo." Dos soldados hablaban enfrente de la puerta del castillo.

"Pues eso representa un gran problema. Solucionémoslo cuanto antes." Dije detrás suyo.

Me hice paso entre sus cuerpos y entré en el castillo, fui directo a mi vieja habitación, ahí me quité la chaqueta. Saqué dos pañuelos, uno me lo até en la cabeza y el otro tapándome la nariz y la boca. Fui a buscar más telas y las repartí a todo el escuadrón.

"Todos a limpiar, no quiero que quede ni una mota de polvo. Quiero los cristales relucientes y no quiero ver ni una tela de araña. ¿Entendido?" Asintieron y se pusieron manos a la obra.

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"Ya he limpiado el piso de arriba." La voz de Eren interrumpió mis pensamientos, me había quedado embobado mirando por la ventana del despacho de Erwin. "¿Puede indicarme cuál será mi dormitorio, señor?"

Me bajé el pañuelo que tapaba mi boca para hablar. "Tú dormirás en el sótano."

"¿Otra vez en el sótano, Capitán?"

"Por supuesto. Aún no eres capaz de controlarte del todo. Si te conviertes en Titán mientras duermes, al menos podremos contenerte bajo tierra. Esa fue una de las normas que aceptamos para tomarte bajo custodia. Hay que seguir las reglas." Eren se quedó callado, mirándome con unos ojos entristecidos. Mentiría si digo que no me dio un poco de pena, pero era verdad lo que había dicho. Él seguía siendo un peligro y no lo podía tomar a la ligera. "Voy a inspeccionar las habitaciones. Eren, ocúpate de esta sala."