09.

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Jimin POV.
















Cuando Jungkook se fue con ese tal... Taehyung, bajé la mirada sin saber cómo sentirme. Admito que me dio mucha rabia ver cómo lo miraba, o su reacción al reconocerlo. Porque antes me miraba así, hace mucho tiempo. Ya Jungkook no era mío, pero tampoco quería que fuera de alguien más. ¿Eso me hace egoísta?

Yoongi carraspeó, obligándome a mirarlo a los ojos. Estaba claramente molesto; sus cejas fruncidas me intimidaban y me sentía extraño. Me molestó también cuando le dio la mano a Taehyung. No tenía que tocarlo.

— ¿Puedes explicarme por qué diablos entraste a mi oficina sin avisar? —su voz gruesa y grave casi me hizo temblar. Abrí la boca para responder, pero luego me retracté, mordiendo mi labio inferior mientras sentía mis mejillas arder.

— Y-yo... —lo miré— c-como vi que los demás entraron, pensé que...

— ¿Qué? —me interrumpió— Ni siquiera deberías estar en este piso, conmigo.

— P- yo solo quería —miraba a todas partes, buscando una excusa—. Pero solo tragué en seco, sin poder decir nada. Mi cabello cubría mis ojos. Estaba nervioso—. Quería verlo, señor Min.

Mis palabras parecieron sorprenderlo. Alzó una ceja y me miró de pies a cabeza antes de detenerse en mis ojos, aparentemente analizándome. Me gustaba cuando me miraba así.

— ¿Para qué? —preguntó, metiendo las manos en sus bolsillos y dando dos pasos hacia mí. Yo estaba congelado, deseando que se acercara más, a pesar de los nervios.

— Solo verte... —Bajé la mirada—. Lo siento, sé que no debí entrar así, pero luego vi a ese chico entrar como si nada y yo... —tragué en seco cuando me tomó de la barbilla, obligándome a mirarlo de nuevo, esta vez más cerca—. ¿Quién es él?

— ¿Y eso qué te importa? —no había cambiado su expresión en ningún momento—. Yo soy tu jefe, Jimin. Tu maldito jefe, y no puedes hacer lo que se te dé la gana. Te lo dejaré pasar, pero no quiero que se vuelva a repetir.

Me soltó y volvió a su escritorio. Intentaba respirar normalmente, mordiendo mi labio para evitar decir algo fuera de lugar.

— Ya me viste, ¿no? Ya puedes irte —me quitó la mirada, tomando unos papeles que estaban en el escritorio y leyéndolos. Me acerqué a él y le quité los papeles bruscamente—. Maldición, Jimin, no me toques los huevos.

Me regañó, completamente molesto.

— A mí no me importa que seas mi jefe, Yoongi —me puse serio—. ¿Quién es ese chico?

— ¿Qué te importa? Lárgate.

— No me iré hasta que me digas qué intenciones tienes con él —insistí.

— Ya te dije, no es tu maldito problema —me señaló—. Ahora ve, y haz tu trabajo.

Le tiré los papeles sobre el escritorio, haciendo que muchos de ellos cayeran al suelo. Lo fulminé con la mirada y salí furioso hacia el ascensor. Di varias veces al botón para ir al piso número 8 y jale mi cabello frustrado. Me sentía molesto y celoso por Yoongi y Jungkook. ¿Qué sentimiento era este?

La puerta se abrió y cuando iba a salir, los vi compartiendo miradas cómplices. Me daban ganas de tirarme encima de ese maldito peligris y destrozar su rostro para que dejara de ser tan malditamente atractivo.

— Ve esta noche a buscar tus cosas a casa, Jungkook —dije, saliendo y fulminando con la mirada a Taehyung. Me caía pésimo. No esperé respuesta y entré al estudio, donde vi a cinco chicos sentados frente al ventanal, hablando tranquilamente y riendo entre ellos—. ¿Por qué no están calentando?

Hablé en un tono nada amigable, incapaz de evitar mi frustración. Tiré mi abrigo a un lado y comencé a hacer mi trabajo.










(♡⁠)















Taehyung POV.


















Alcé una ceja ante la mirada intensa de ese chico. ¿Qué le pasaba?

— Parece que tu amigo tiene un temperamento bastante fuerte —comenté, observándolo fijamente—. ¿Tú y él...?

— No, él y yo no somos nada —respondió con seriedad. Aunque solo me encogí de hombros, entendiendo que tal vez habían tenido una discusión por algo. No parecían tener más que una relación de enemistad. Y podía verlo en sus ojos. Era más una decepción que otra cosa.

Asentí.

— ¿Me darás tu número? —dijo con una sonrisa pícara. Coloqué mi mano en su pecho cuando se acercó peligrosamente e intentó besarme.

— Te dije que no tengo teléfono —mentí.

— ¿Crees que voy a creer eso? —rió— ¿Me lo darás sí o no?

— Uhm... Déjame pensar —me alejé.

— ¿Después de casi besarnos ahora te pondrás difícil? —inquirió, ladeando la cabeza y metiendo las manos en los bolsillos. Mordí mi labio inferior. Se veía increíblemente atractivo.

Maldición, Jungkook era jodidamente hermoso.

El es como un pecado imposible de resistir.

— No soy como piensas, Jungkook —me crucé de brazos.

— Entonces déjame conocerte —insistió, acercándose— quiero conocerte, Tae.

Tae... Suena tan lindo viniendo de el.

Las puertas del ascensor se abrieron y él rápidamente las cerró con un pie en la puerta, ignorando a la chica que esperaba entrar. Quién puso una cara de asombro y enojo. Y justo cuando ella iba a decir algo, las puertas se cerraron dejándola con las palabras.

— Yo de verdad quiero conocerte.

— Entonces demuéstrame que realmente te importo. —sonreí—, demuéstralo. —Me acerqué a él, casi rozando su rostro. Sentí su respiración entrecortada y cómo cerraba los ojos. Podía percibir lo cautivado que estaba por mí. Y eso avivaba las llamas dentro de mí. Un torbellino de emociones se desataba en mi mente al inhalar su dulce fragancia.— que realmente te gusto.

Le di un beso en la mejilla y segundos después las puertas del ascensor se abrieron. Le guiñé un ojo y salí directamente hacia la oficina de Min.

Quién de echo, estaba que se lo llevaba el diablo.








Arikook—🌷🩷.

Black Swan. (BTS).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora