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Jimin POV.












































Me miré en la cámara de mi teléfono una vez más, acomodando algunos mechones de cabello que tapaban mis ojos. Me había asegurado de maquillarme bien para ocultar mis ojeras y lucir lo mejor posible.

Entré al edificio donde vive Yoongi y me dirigí directamente a la recepción.

— Buenas noches —me saludó la secretaria levantando la vista del ordenador con una sonrisa.

— Buenas noches, ¿podría comunicarle al señor Min Yoon-gi que Park Ji-min está aquí, por favor? —le devolví la sonrisa amablemente.

Ella consultó algo en su ordenador y luego de teclear un poco, volvió a mirarme.

— Lo siento, señor Park. El señor Min ha pedido que por favor no lo molesten.

— Siempre dice lo mismo —rodé los ojos—. Solo voy a entrar. Avise que estoy aquí.

Me encaminé hacia el ascensor con confianza, sabiendo que todos los empleados de Min conocían a los residentes del edificio, incluido yo.

— Último piso —escuché decir al ascensorista antes de que las puertas se cerraran y pulsé el botón para subir.

Mientras esperaba impaciente, golpeaba ligeramente el suelo con la punta de mi zapato, creando un ligero ruido. No había ensayado lo que iba a decirle a Min, solo sabía que necesitaba salir de casa; aún no podía enfrentarme a Jungkook a solas, y mucho menos podía dejar pasar más tiempo sin disculparme por mi escena de celos de ayer con Yoongi. Me sentía frustrado y confundido. Estaba seguro de que tenía muchas emociones encontradas, pero no podía distinguirlas. Se siente como un océano con todas las luces apagadas.

Las puertas del ascensor se abrieron y, al salir, me encontré con una vista impresionante de la ciudad de Seúl a través de los ventanales que rodeaban el lugar. Era asombroso como los colores de las paredes contrastaban con las cortinas blancas. Había estado en muchos lugares así antes, pero nunca en uno con la piscina privada en los más alto y lujoso de Corea.

La piscina estaba iluminada por luces celestes y blancas, lo que le daba un brillo único. Me detuve en seco al ver a Yoongi salir del agua. Dios, ese simple gesto me dejó babeandome y malditamente tan sonrojado.

— ¿Que haces aquí, Jimin? —me dijo saliendo de la piscina, con el agua goteando por su sexy y marcado cuerpo.— Después del desastre que me hiciste ayer en la oficina ¿tienes los cojones para venir? —me sonrió con sarcasmo, pero luego se puso serio.— No me jodas.

Permanecí buscando sus ojos sin decir nada, completamente embobado por la vista. Sus pectorales, la línea en su abdomen, su cabello negro y largo dejando caer gotas de agua... Me tenía hipnotizado. Y su voz gruesa y demandante, me hacía temblar.

Mordí mi labio inferior y bajé la mirada, notando el cambio en su respiración.

— Lo siento. —Dije casi en su susurro, y el levantó mi mentón ligeramente mojándolo, obligandome a mirarlo.

— ¿Que dijiste? —Alzó una ceja.

— Que lo siento, lo siento mucho Yoongi. Se que no debería comportarme así, pero... —Suspiré— Sentí de repente tantos celos de ese chico y...

— Lo sé —Me interrumpió, alejándose de mi para tomar una toalla— Pero no tienes derecho de hacerme escenas de celos y mucho menos en mi maldito trabajo.

— Lo sé pero...

— No quiero que vuelvas hacerlo, tu y yo no somos nada Jimin y si lo fuéramos tampoco me gustaría que lo hicieras.

Lo sé.

— En la empresa, tu trato conmigo debe ser profesional —Me recordó.

— ¿Y fuera de la empresa? —Jugué con mis manos, intentando calmar mis nervios y la necesidad de querer desaparecer de una vez por todas.

— Podemos ser amigos.

— ¿Amigos? —Lo miré seriamente reuniendo valor para acercarme—. Ya tengo muchos amigos.

— Yo no. —Admitió, tragando en seco después de mirar tentativamente mis labios. Gesto, que desde lo conocí parecía ser inconscientemente. Pero a éste momento, me resultaba tan satisfactorio.

Me encanta.

— No me sorprende —secó su cabello con la toalla que había tomado antes, haciéndome sonreír por lo desordenado que este había quedado.

— ¿Por qué?

— Porque eres el tipo de hombre que se cierra a casi todo.

— No. —Negó— Simplemente no me siento cómodo diciendo "sí" a todo y rodeandome de mucha gente. Me gusta mi trabajo y siempre estoy ocupado haciendo lo que me gusta.

Miré hacia otro lado, sintiendome avergonzado.

— Estoy muy comprometido con ésto, Jimin. —Se acercó más a mí—. Aunque no te niego que muchas me pregunto... —Suspiró.— Si dejo espacio para... —Titubeó— . Otras cosas.

Asentí lentamente, mirándolo a los ojos y sintiendo esa conexión nuevamente.

Cuando nuestros ojos se encontraban, parecían que las palabras no eran necesarias para expresar como nos sentiamos. O tal vez solo era mi imaginación abriendo camino a la ilusión.

Desafortunadamente, se de hablas. —Dije, acercándome a el y pasando mis manos por su cuello sin importar que podría mojarme—. Pero a diferencia de ti, no quiero perder la oportunidad de volver a sentir. Cada emoción, ya sea buena o mala. Pero contigo.

¿Y que emociones sientes al estar tan cerca de mí? —Intenté besar sus labios, pero me detuvo, esperando mi respuesta.

— ¿Puedo mostrartelo? —Mordí levemente mi labio inferior, ansioso.

— Quiero oírlo primero. —Su voz es tan perfecta. Me hace sentir incluso las cosas más pequeñas que pueden existir dentro de mí.

— Me gustas, Min Yoon-gi.

Frunció el ceño, dándome permiso para besar sus labios lentamente, recibiendo más pasión de su parte. Rozando su lengua con la mía.

Definitivamente no había sido solo yo deseando este beso.

Apretó mi cintura, pegándome aún más a él. Y yo no puedo sentirme más extasiado por este gesto tan maravilloso.

— Que conste que ésto no significa que no siga molesto contigo.

Dijo antes de volver a besar, ésta vez con más urgencia y dedicación.

— También me gustas, Jimin.














—Arikook🌷🩷.

Black Swan. (BTS).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora