08.

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Lisa seguía muy feliz coloreando, la profesora HyeJin la dejó colorear en su clase porque sabía que Lisa era muy inteligente y podía prestar atención en dos cosas a la vez.

Eso hasta que sonó la campana, tocaba la clase con el profesor Jongin. El profesor Jongin le daba mucho miedo a Lisa, pero la verdad no creyó que fuese a molestarse porque estaba coloreando. Además, ni siquiera empezaba la clase.

Jongin entró al salón con esa expresión facial dura que le daba tanto miedo, sin embargo Lisa no lo volteó a ver porque estaba tan concentrada que no notó su presencia.

Observó a Lisa por un momento desde su lugar en el frente del salón, notando la seriedad y la concentración en su rostro mientras coloreaba. Tensó su mandíbula, esa niña le caía demasiado mal y por lo mismo odiaba que fuera tan buena en sus materias. 

Sabía que tenía asperger y Kim Jongin siempre detestó a los enfermos mentales.

—Manoban—llamó Jongin con la voz ronca y la rubia levantó la mirada—¿Qué se supone que está haciendo?

Lisa sonrió inocentemente y respondió:

—Coloreando—respondió al literal y eso solo logró enfurecer más a Jongin.

La respuesta inocente de Lisa solo aumentó la irritación de Jongin. Su mandíbula se tensó aún más, conteniendo a duras penas su frustración. No podía creer la aparente falta de respeto de la niña hacia él y su autoridad en el aula.

—Entrégame eso—ordenó acercándose de forma agresiva a la estudiante. 

Lisa parpadeó sorprendida al ver la reacción tan fuerte de Jongin. Sus ojos azules se abrieron un poco más mientras lo observaba acercarse de manera intimidante hacia ella. Sin embargo, en lugar de retroceder, apretó con fuerza los marcadores y el libro para colorear contra su pecho, como si fueran un escudo protector.

—¿Eh? ¿Por qué? —preguntó Lisa, su voz temblaba ligeramente, pero trató de mantener la calma a pesar de sentirse nerviosa por la actitud agresiva de Jongin.

Jongin frunció el ceño ante la respuesta desafiante de Lisa. No podía creer la audacia de la niña al desafiarlo de esa manera, especialmente delante de toda la clase. La ira ardía en sus ojos mientras extendía la mano hacia ella, intentando arrebatarle los materiales de colorear.

—Porque no estás aquí para colorear, estás aquí para aprender. Dame eso ahora mismo —exigió Jongin, su tono lleno de autoridad y frustración.

Lisa retrocedió instintivamente, sintiendo la presión de la situación. Sabía que no podía desafiar abiertamente a su maestro, pero no quería renunciar a algo que le proporcionaba tanta alegría y tranquilidad.

—Pero... la clase no ha comenzado todavía, profesor Jongin. Solo estaba terminando esto mientras esperábamos —intentó explicar Lisa, buscando una solución pacífica a la situación.

Sin embargo, Jongin no estaba dispuesto a escuchar ninguna excusa. Estaba decidido a hacer cumplir su autoridad y a enseñarle a Lisa una lección sobre respeto y disciplina en el aula.

—No me importa. Esto no es una guardería, Manoban. Estás aquí para estudiar, no para perder el tiempo en tonterías. Ahora entrégame eso o habrá consecuencias —dijo Jongin con dureza, su paciencia agotada por completo.

Lisa sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras amenazadoras de Jongin. Sabía que no podía permitirse desafiarlo más, pero la idea de renunciar a algo que amaba la llenaba de tristeza y frustración.

Con un suspiro resignado, Lisa extendió los marcadores y el libro hacia Jongin, sintiendo cómo la diversión y la alegría que le proporcionaban se desvanecían lentamente ante la mirada dura y desaprobadora de su maestro.

Asperger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora