La Bestia [Flora x Anagan]

Capítulo 10

Caer a la oscuridad
Flora

El aire choca con violencia contra mi cara mientras espero el impacto, que nunca llega, abro los ojos y veo borroso. Unos brazos me sujetan y la calidez me invade al completo, todo pasa tan rápido que me siento completamente aturdida.

Todo se detiene, parpadeo un par de veces confusa para ver mi entorno, el bosque me rodea y cuando levanto la vista veo a Anagan mirándome. Me baja con cuidado de sus brazos y cuando piso la tierra mis pies tiemblan y caigo sobre mi misma mientras el mago trata de sujetarme y dejarme sentada en el suelo sobre unas flores. Mi latidos aún son rápidos al igual que mi respiración, mis lágrimas empiezan a brotar y descienden por mis mejillas sin miedo alguno ya.

—¿Te encuentras bien?— cuestiona mientras bajo la mirada aún mareada.

—¿Por qué?— logró articular tras minutos en silencio.

Lo escucho suspirar —Ogron pensó que aceptarían el intercambio, en cambio yo le propuse otro plan— levanto la mirada para encontrarme con sus ojos oscuros y pensativos —no estaba seguro de que te eligieran, le propuse que si te dejaban caer que podríamos hacerte entrar en razón para que nos ayudes en vez de morir ahí mismo.

Elevo la mirada con un nudo en el alma tras caer en la realidad —¿Y tu? ¿Tu me dejarías caer a cambio del círculo blanco?— pregunto queriendo saber en qué ambiente me metía.

Se agacha a mi altura —Solo un idiota te dejaría caer— susurra lentamente con la voz ronca.

—¿Qué haréis conmigo?— cuestiono envuelta en una nueva tensión con el.

Quería eliminar mis últimos recuerdos, quería irme lejos y olvidar todo lo que he vivido salvo con el. Quiero irme y no regresar. Ni si quiera tengo mi magia para sentirme algo más fuerte, como dijo Helia era la más débil de las Winx, estaba claro que no cambiarían algo tan poderoso por alguien tan débil como yo.

—No depende solo de mi— contesta bajando la mirada —Tu no las dañarías a pesar de lo que viste hoy, no les sirves para conseguir el círculo blanco... solo finge para vivir.

La poca luz se oculta entre las ramas de los árboles altos, quedando en las sombras ahora —Escúchame bien— baja aún más la voz mirando a sus espaldas, el viento sopla con mayor fuerza —Yo no puedo protegerte más de ellos porque sospecharan, debes fingir para sobrevivir Flora. Depende de ti— finaliza levantándose y alejándose unos pasos de mi.

No pasa ni medio minuto en donde los tres magos restantes aparecen ante mi, Ogron parece satisfecho —Estamos a nada de alcanzar el máximo poder— eleva la voz glorioso. Mientras a sus espaldas Duman cae al suelo débilmente y sin casi respiración, Gantlos se agacha a su lado.

El pelirrojo me dirige una mirada, mi respiración se corta ante su frialdad y el peligro me acecha. Estoy completamente sola, las chicas no creen que siga con vida y ellos podrían hacer cualquier cosa conmigo sin preocupación alguna.

—¿Qué has decidido?— cuestiona intrigado el mago ignorando el malestar de Duman.

Mi mirada de pierde en Anagan que me mira expectante también. Si digo que no, me matará aquí mismo y seguirán con su plan, si digo que sí, me veré en vuelta en mayores líos. ¿Vale la pena que siga viviendo tras todos los abandonos? No tengo razones para existir, sitios a donde ir ni donde refugiar mi tormenta interior. La muerte es la salida fácil, quizás demasiado fácil, una extraña sensación invade mi pecho al pensar en la muerte. ¿Y todos los sueños que tengo aún por cumplir?