La Bestia [Flora x Anagan]

Capitulo 13

Pesadillas
Flora

El viento sopla con mayor fuerza y mi cabello se revuelve, trato de respirar profundamente eliminando mis pensamientos más ruidosos. Entrenar con Anagan siempre me libera del peso que llevo, las miles de suposiciones que hace mi mente.

Me siento en el prado, poso mi paso sobre las pequeñas plantas que crecen pero no logro sentir nada salvo un gran vacío en mi pecho. Quería sentir de nuevo mi magia, mi conexión con la naturaleza o escuchar los murmullos lejanos de cada flor o árbol.

Un brisa llena de poder remueve todo a su paso, cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir dos hadas que parecen ir a la guerra están a metros de mi. Ambas analizan su entorno hasta que centran su vista en mi, son hadas terrestres, y mi corazón da un vuelco cuando pienso en las palabras de Anagan.

Ellas vuelan hacia mi con su mirada puesta en la cabaña de un piso que conecta con una gran colina, donde tras ella se esconden los túneles. Se detienen a pocos metros de mi, sus alas brillan de color rojo, y sus cabellos oscuros ondean con el viento.

—¿Quién eres?— cuestiona una de manera seria.

Me levanto torpemente y ellas agarran con mayor fuerza sus armas, la vista de una se posa en mi brazo —Eres su presa— afirma —¿Estan aquí?

Mi corazón late con fuerza arrasando mi pecho —No— digo tratando de parecer segura pero mi respiración me delata.

—Mentirosa— susurra una —El poder de la magia oscura, surge de aquí.

Entre ellas se miran, y empiezan a acercarse pero no con intención de ir a por mi. Los magos no están presentes, seguramente seguirían en esa reunión para debatir sobre este mismo tema.

Cuando la primera pasa por mi lado tomo la iniciativa que siempre he tenido que tener, y con valentía la ataco sin mis poderes. Ella retrocede ante el golpe inesperado mientras que su compañera se prepara para ir contra mi, esta tira su lanza la cual esquivo y corro hacia ella, uno de sus hechizos me impacta. El dolor llena mi brazo pero sigo corriendo hacia ella, esquivo otro hasta que la bloqueo con una patada, esta retrocede sujetandose el estómago mientras el aire sale de manera cortada.

A mis espaldas impacta un hechizo y caigo al suelo desprevenida mientras el dolor me invade —¡Hada ingenua y entrometida! No te buscamos a ti, pero ahora nos perteneces— eleva la voz.

Me reincorporo pero la otra hada detrás de mi lanza otro hechizo que no logro esquivar tampoco, y otro. El siguiente lo logro esquivar por poco pero este impacta en la cabaña rompiendo parte de la pared, miro como la madera cae pero muy tarde. La hada guerrera me tira otra lanza, mi falda se engancha con ella y caigo atrapada al suelo. Estas sonríen llegando frente mi, mi respiración se corta mientras lágrimas llenan mis ojos cuando otro hechizo me alcanza y mis pulmones arden violentamente.

—Esto le pasa a las hadas traidoras— grita.

Su compañera se prepara para lanzarme otro pero está cae repentinamente sobre sus pies, confusa la hada de su lado se gira y en mi vista aparece Ogron junto a Gantlos. Con rapidez llevo mis manos a la lanza y trato de desengancharla de mi falda, lo cual consigo tras dos intentos. Escucho a la hada gritar mientras retrocede unos pasos pero se mantiene en pie mientras la otra se levanta y comienza una batalla con Gantlos. Y una tercera hada aparece entre la neblina del atardecer.