𝗜𝗜. 𝗘𝗹 𝗗𝗿𝗮𝗴𝗼𝗻

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La pequeña Lydia camino por el frío suelo cubierto de nieve de la montaña.

Sentía como su cuerpo se congelaba con cada paso que daba pero tenía que seguir caminando para encontrar un refugio para pasar la noche y de paso encontrar algo de comida.

Todavía recordada la humillante derrota a manos de los estúpidos ninjas. Muy pronto se vengaría de ellos, solo esperen por que ella no tendrá piedad.

En eso su cuerpo ya no pudo más y se cayó en la fría nieve. Intentó levantarse pero se sentía demasiado pesado, incluso para llevar una sola mano. Intento buscar algo de calor en su capucha negra pero fue inutil, no era tonta para saber que aquí iba a morir. Tal vez en sus sueños podía ver el rostro de madre cantándole una bonita canción de cuna como antes de enviarla al internado.

Cerró los ojos, dándole la bienvenida a la oscuridad sin saber que alguien estaba detrás de ella.

Lia veía a su yo joven caminar por la espesa nieve, sabia que aqui estaba la tumba de los hypnobrais obras.

Ella tenía todo planeado, solo tenía una oportunidad y no la iba a desperdiciar.

Ellos pagaron por tus errores

Miro como la pequeña cae al suelo frío. Sabía que su sangre Oni-Dragón la protegía del crudo invierno pero como ella no había despertado su herencia tenía muchas probabilidades de morir.

Así que se acercó a la niña inconsciente y checo su pulso.

Era bajo pero con un poco de calor corporal estará bien. Sabía que no podía hacer una fogata con esta tormenta así que no tuvo más opción de utilizar su transformación de dragón. Deshizo su forma humana y la cubrió con su cuerpo para darle calor.

La tormenta pasó rápidamente, dejando una manta blanca sobre ella. Se sacudió para poder liberarse de la nieve caída y miró su pequeña versión. Sintió como su pulso volvía a la normalidad significando que estaba bien pero todavía seguía dormida. Ella sonrió sabía que tenía que hacer a continuación.

Lydia tenia el mas hermosos de los sueños.Su papa estaba ahi para contarle cuentos para dormir como lo hacía antes y su mama a su lado abrazándola, dándole un beso de buenas noches como siempre quiso.

En eso abrió los ojos y vio un gran cuerpo cubierto de escamas amarillas. No sabia por que estaba aqui, esta que escucho un gruñido y miró hacia arriba.

Ahí estaba un dragón de hermosos ojos verde jade que parecía como hermosas joyas, largos cuernos, su cuerpo cubierto de escamas que brillaba como el sol.

La bestia la miró con una ternura que nunca había visto en su vida.

Su hocico se acercó a su rostro y le dio un pequeño ronroneo, haciendo que se calamara su tierno corazón infantil. La niña de ojos rojos le devolvió la mirada. Las pequeñas manos tocaron el rostro del dragón y lo abrazó. Al sentir el abrazo de la niña, el dragón cerró sus ojos y esparció una energía dorada.

"Dulce niña"

Lydia abrió los ojos al escuchar la misteriosa voz.

"Tu tierno corazón está sufriendo"

El dragón junto su frente con la de ella sintiendo una misteriosa aura. Lydia no sabia que era pero se había sentido bien. Como si su cuerpo se recuperara.

"Hay una manera de salvar a tu padre de su cruel destino"

Al escuchar esto le prestó atención al voz. Sabía que su padre estaba consumido por un tipo de mal desde que tenía su edad o menos, por una de las peleas que su madre había tenido antes con su tío Wu hace seis años. Solo escuchaba los gritos desde afuera del monasterio, cuando salió su madre la agarró de la mano y se fueron, ella le preguntó en dónde estaba papá.

En respuesta la abrazó con fuerza mientras derramaba lágrimas.

En eso el dragón desapareció, asustandola. Busco a la bestia hasta que escucho una risa detrás de ella y vio una mujer de cabellos rubios cortos, ojos verdes con cuernos con un Gi desgastado. Ella temerosa y con algo de miedo preguntó -- ¿Quién eres? -- La misteriosa dama sonrió y le acomodó el flequillo de su cabello.

- No tengo un nombre en especifico pero me llaman "GOLDEN"

Lydia la miro -- D-dijiste que había una manera de salvar a mi padre -- La joven la miró en silencio escuchando la brisa de la montaña.

-- Si

Lydia la miró con un rostro lleno de determinación y con una voz segura le respondió.

-- Donde comenzamos

Ella sonrió y miró la entrada de los serpentines.


...


En la aldea Jamanaika se encontrada Nya viendo los diferentes puestos para pasar el rato despues de su hermanos y amigos entrenaran en el campo de entrenamiento del monasterio.

Veia las cucherias que vendian hasta que escucho un grito.

La gente corria de panico, Nya los miro confundida hasta que vio una serpiente.

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⏰ Última actualización: May 30 ⏰

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