Chapter XV

1.3K 155 8
                                    

2/3

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


2/3

—Yo quisiera seguir leyendo—dijo tímidamente una pequeña hija de apolo

capturamos una bandera—leyo La pequeña

Apolo y poseidon sonrieron,por fin tendría un momento de paz

Los siguientes días me acostumbré a una rutina que casi parecía normal, si exceptuamos el hecho de que me daban clase sátiros, ninfas y un centauro

—los más normal del mundo eh

Cada mañana recibía clases de griego clásico de Annabeth, y hablábamos de los dioses y diosas en presente, lo que resultaba bastante raro. Descubrí que Annabeth tenía razón con mi dislexia: el griego clásico no me resultaba tan difícil de leer. Al menos no más que el inglés. Tras un par de mañanas, podía recorrer a trompicones unas cuantas frases de Homero sin que me diera demasiado dolor de cabeza.

El resto del día probaba todas las actividades al aire libre, buscando algo en lo que fuera bueno. Quirón
intentó enseñarme tiro con arco, pero pronto descubrimos que no era ningúna as con las flechas. No se quejó, ni siquiera cuando tuvo que desenmarañarse una flecha perdida de la cola.

Las riasan no se hicieron esperar en el olimpo al ver lo sucedido

—eso es si quiera posible

— ¿como haces lo imposible posible nerea?

—nose, solo paso—dijo esta con una sonrisa de lado

Apolo tomó nota mentalmente, tenía que enseñarle a usar el arco

¿Carreras? Tampoco. Las instructoras, unas ninfas del bosque, me hacían morder el polvo. Me dijeron que no me preocupara, que ellas tenían siglos de práctica de tanto huir de dioses enamorados. Pero, aun así, era un poco humillante ser más lenta que un árbol

—Oh corazón, déjalo, como ta escuchaste esa rapidez es pura experiencia de escapar de dioses locos—dijo apolo con una sonrisa

Nerea arqueo una ceja, pero prefirió no decir nada para no borrarle la linda sonrisa que tenía

¿Y la lucha libre? Olvídalo. Cada vez que me acercaba a la colchoneta, Clarisse me daba para el pelo.

«Tengo más de esto, si quieres otra ración, pringada», me murmuraba al oído

Clarisse sonrió recordando los viejos tiempos, como los estrañaba

—¿Cómo es que llegaron a ser amigas?—pregunto curioso hermes

—sucedieron muchas cosas—dijo seria Clarisse

Hermes levanto una ceja, lo dejaron con más dudas de las que tenia

En lo único en que sobresalía era la canoa, que desde luego no era la clase de habilidad heroica que la
gente esperaba descubrir en la chica que había derrotado al Minotauro.

NAZ-[PJO]-wtmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora