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chapter XVIII

—por ti.

Me quede atónita

—Lo sabia, sabía que esa bastarda hiba a ser un problema, será mejor que tengas en la mira a tu mocosa—dijo zeus

Antes de que poseidon se levantara ya se encontraba apolo encima de su padre lanzandole un golpe en la cara de este ocasionando que la mayoría se levantarán de sus puestos

—ya apolo, dejalo—le dijo Artemisa seria al ver que este seguía golpeando a zeus

La mayoría se encontraba en silencio solo viendo la pelea, pensando que ya era hora que alguien pusiera en su lugar a zues

—YA, quiero que se comporten como la familia que somos, que dejen sus estupideces y se comporten hasta que terminemos esto. Es la única cosa que les pido—dijo hestia aterradormante sería

—Al menos eso cree Zeus —apostilló Quirón—. Durante el solsticio de invierno, durante el último consejo de los dioses, Zeus y Poseidón tuvieron una pelea. Las tonterías de siempre, que si Rea te
quería más a ti, que si las catástrofes del cielo eran más espectaculares que las del mar, etcétera. Cuando terminó, Zeus reparó en que el rayo maestro había desaparecido, se lo habían quitado de la sala del trono bajo sus mismas narices. Inmediatamente culpó a Poseidón. Ahora bien, un dios no puede
usurpar el símbolo de poder de otro directamente; eso está prohibido por las más antiguas leyes divinas. Pero Zeus cree que tu padre convenció a un héroe humano para que se lo arrebatara.

—Es lo más estúpido que he escuchado en todos los años de mi vida—dijo poseidon hechando humos todavía enojado por la anterior pelea

—Pero yo no…

—Ten paciencia y escucha, niña. Zeus tiene buenos motivos para sospechar. Verás, las forjas de los
cíclopes están bajo el océano, lo que otorga a Poseidón cierta influencia sobre los fabricantes del rayo de su hermano. Zeus cree que Poseidón ha robado el rayo maestro y ahora ha encargado a los cíclopes que construyan un arsenal de copias ilegales, que podrían ser utilizadas para derrocar a Zeus. Lo único
que Zeus no sabía seguro es qué héroe habría usado Poseidón para cometer el divino robo. Ahora
Poseidón acaba de reconocerte abiertamente como su hija. Tú estuviste en Nueva York durante las vacaciones de invierno y podrías haberte colado fácilmente en el Olimpo. Por tanto, Zeus cree que ha encontrado a su ladrona

—¡Pero yo nunca he estado en el Olimpo! ¡Zeus está loco!

La mirada que le dio apolo a su padre para ver si se atrevía a decirle algo a nerea fue aterradora

—Esto, nerea… —dijo Grover—. No solemos usar ese calificativo para describir al Señor de los
Cielos.

—Quizá paranoico… —matizó Quirón—. Además, Poseidón ha intentado destronar a Zeus con
anterioridad. Creo que era la pregunta treinta y ocho de tu examen final…—Me miró como si realmente esperara que me acordara de la pregunta treinta y ocho.