Chapter XIX

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—Ya es otro capitulo, a mi me gustaría leer—dijo hermes

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—Ya es otro capitulo, a mi me gustaría leer—dijo hermes

—"Estropeó un autobús en perfecto estado"—leyo hermes impresionado se las travesuras de la niña

—Bueno pudo haber sido peor—dijo poseidon tratando de convencerse el mismo

Atenea se volteo a verlo y justo cuando esta le iba a decir algo hermes se apresuró a leer

No tardé mucho en recoger mis cosas. Decidí que el cuerno del Minotauro se quedase en la cabaña, lo que me dejaba sólo una muda y un cepillo de dientes que meter en la mochila que me había buscado Grover.

Afrodita se espanto al oír eso donde estaba su perfume o sus productos para el cabello o mucho peor donde estaba dejando su ropa para llevar a la misión

Ares al verla un poco mareada se inclinó a decirle algo ocasionando que esta se sonrrojara

Annabeth trajo su gorra mágica de los Yankees, que al parecer había sido regalo de su madre cuando cumplió doce años. Llevaba un libro de arquitectura clásica escrito en griego antiguo, para leer cuando se aburriera, y un largo cuchillo de bronce, oculto en la manga de la camisa. Estaba convencida de que el cuchillo nos delataría en cuanto pasáramos por un detector de metales.

Por su parte, Grover llevaba sus pies falsos y pantalones holgados para pasar por humano. Iba tocado con una gorra verde tipo rasta, porque cuando llovía el pelo rizado se le aplastaba y dejaba ver la punta de los cuernecillos. Su mochila naranja estaba llena de pedazos de metal y manzanas para picotear. En el bolsillo llevaba una flauta de junco que su padre cabra le había hecho, aunque sólo se sabía dos canciones: el Concierto para piano n. ° 12 de Mozart y So Yesterday de Hilary Duff, y ninguna de las dos suena demasiado bien con la flauta de Pan.

La cara de hermes decayó un poco al leer el nombre de pan

Quirón nos esperaba sentado en su silla de ruedas. Junto a él estaba un tipo. Según Grover, el colega era el jefe de seguridad del
campamento. Al parecer tenía ojos por todo el cuerpo, así que era imposible sorprenderlo. No obstante, como hoy llevaba un uniforme de chófer, sólo le vi unos pocos en manos, rostro y cuello.

—Éste es Argos —me dijo Quirón—. Os llevará a la ciudad y… bueno, os echará un ojo.

—¿solo uno?—dijo apolo divertido con una sonrisa

Hera le dio una mala mirada al oírlo

Oí pasos detrás de nosotros.

Luke subía corriendo por la colina con unas zapatillas de baloncesto en la mano.

—¡Eh! —jadeó—. Me alegro de pillaros aún.

La sonrisa que tenía apolo momentos antes desaparecion en un instantes al ver aparecer a luke en la pantalla

NAZ-[PJO]-wtmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora