Capítulo 26

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-¿Segura que no quieres?- dice Edu mientras volvemos al metro, no es que no quiera dormir con él, me muero de ganas en realidad, pero creo que lo mejor es no hacerlo.

-Otro día mejor- asiente algo decepcionado lo que enternece mi corazón al verle tener esas ganas de estar conmigo.

-Tenía que decirte algo- empieza a decir

-Yo también.

-Empieza tú- me da paso a hablar.

-Verás- fija su mirada en mi expectante- hoy nuestro profesor me a dicho a Isa y a mí si queríamos unas prácticas.

-Buah, eso es genial, enhorabuena- dice sonriente.

-Bueno hay más.

-Pues cuéntame.

-Las práctica van a ser en el departamento Del Real Madrid - suelto casi sin respirar esperando su reacción, al principio no dice nada se queda con la mirada perdida hasta dejar pasar una sonrisa mucho menos emocionada de lo normal.

-Eso es genial- vuelve a repetir sus palabras de antes, asiento, su reacción es mucho menos alegre de lo que esperaba y eso me hace sentir una punzada de decepción.

-¿Qué ibas a decirme tú?-

Camavinga

-No, nada nada- decido no preguntarle si quiere que formalicemos esto, la noticia de que vamos a trabajar juntos me deja un poco descolocado y no quiero hacerla sentir incómoda, prefiero dejar que pase un poco el tiempo y ver cómo fluye la situación antes de tomar ninguna decisión. - Buah me he quedado un poco en shock- sonrío al ver su decepción ante mi reacción- es genial de verdad- digo por tercera vez.

-Eso ya lo has dicho- me reprendo internamente por no ser capaz de decir nada más.

-Si tienes razón, las palabras aveces no se me dan muy bien— así que decido actuar para enmendar mi error, la tomo de la cintura, provocando una reacción de sorpresa en ella, su pequeña cabeza a debido sacar conclusiones diferentes a lo que realmente ha pasado, la acerco hacia mí y vuelvo a unir nuestros labios, al principio me recibe con sorpresa pero unos segundos después no duda en devolverme el beso. - ¿Segura que no quieres dormir en casa? - vuelvo a preguntar a riesgo de parecer insistente.

-Mmmm, ¿qué tal el viernes? - Sugiere y no tardo en aceptar.

-Claro, sí- una sonrisa se dibuja en su rostro.

-Bien pues nos vemos el viernes- veo como se aleja escaleras abajo, yo he quedado con Álvaro para que venga a recogerme.

El sonido de un claxon hace que deje de mirar hacia la estación.

-Sube princesa- dice mi amigo desde el coche, siempre tan gracioso este chico. -¿cómo ha ido? - pregunta cuando ya he subido al coche. -suelto un suspiro de frustración- ya veo que no muy bien.

-No sé tío, dice que va a trabajar en el club.

-¿Y eso que tiene de malo?

-No sé, ¿no sería incómodo?, ¿ósea que venga a trabajar y estemos liados? No quiero que se sienta incómoda o se piensen cosas que no son.

-Mmm, no lo sé, no controlas lo que piensan los demás, ya lo sabes, si te gusta de verdad no creo que deba haber ningún problema. Pero bueno tú verás lo que haces.

Sheila
-Ha sido raro- digo a través del teléfono.

-No sé porque ha reaccionado así- contesta Isa.

-Yo creo que se ha asustado cuando le he dicho lo del trabajo, igual se está arrepintiendo. - me siento bastante triste con la situación.

-No creo, si habéis quedado el viernes, yo creo que es mejor que no te rayes, igual simplemte se ha sorprendido.

-No lo sé, yo no quería meterme en estos líos- escondo la cara en la almohada frustrada.

-El amor no entiendo de momentos amiga mía, solo pasa.

-No llamaría a esto amor- cuado me pongo en modo pesimista no hay quien me gane, el sonido de la recepción de un mensaje hace que despegue la cara de la almohada y vuelva a mirar la pantalla del móvil.

-¿Es él verdad? - pregunta mi amiga, asiento rápidamente.

-Te cuelgo.- y sin dejarla rebatir presionó el botón rojo que corta la llamada.

Perdona por haber reaccionado de esa forma, me alegro mucho de esta oportunidad que te están dando y siento no habértelo trasmitido de esa manera, lo primero que he pensado ha sido si te haría sentir incómoda lo que tenemos con que nos vayamos a ver más a menudo, a mi me encanta la idea, así que tú me dirás cómo te hace sentir la situación.

Leo el mensaje un par de veces, es raro que un chico mande este tipo de textos explicando lo que sienten y tratando de que la otra persona se exprese, ojalá lo hiciesen más a menudo.

Claro que me gusta la idea

Contesto escuetamente y apago el móvil, necesito dormir y procesar toda la nueva información que estoy recibiendo.

Solo espero que mañana sea más y mejor

Juego del destino - (Eduardo Camavinga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora