Juego del destino - (Eduardo Camavinga)

Capitulo 40

Por fin llegamos al hotel, el vuelo ha ido bien pero la verdad es que odio volar, siempre lo he odiado, es ir en un edificio volante.

Entro en la habitación cuando el pitido de la puerta me indica que está abierta, entro y me quedo alucinada al ver la gran habitación que Edu a reservado, está absolutamente loco, bueno eso y que es absolutamente rico, asomo la cabeza por espadillo para ver a Isa justo en la habitación de al lado no entiendo el motivo por el que no nos a puesto juntas, pero tampoco me da tiempo a pensar sobre ello, en apenas unas horas comienza la primera vuelta de la semifinal de Champions y estoy absolutamente asustada.

Antes de empezar a prepararme envío un mensaje a Edu para que sepa que hemos llegado sanas y salvas al hotel, dejo el movil cargando y recorro la gran habitación.

Luce un suelo de madera bastante calentito lo que me hace pensar que tiene ese tipo de calefacciones en el suelo, es algo que me resulta totalmente nuevo ya que vengo de una ciudad en la que la temperatura mínima en invierno es de 18 grados, así que pasar frio nunca ha sido un problema que haya tenido; las paredes son blancas decoradas por lamparas en forma de lagrima que dan una tenue luz blanca haciendo contraste con el día gris que Munichs nos regala a traes del gran ventanal donde puedo ver toda la ciudad a mis pies. Respiro profundamente tratando de asimilar que esto es real, que de verdad estoy aquí.

Todo ha pasado tan deprisa que a penas he podido mentalizarme de todas esas cosas que estoy viviendo, ni si quiera uno de mis mejores sueños se asimilaría a algo así, pero mirad aquí estoy.

Me tumbo sobre la cama disfrutando del bonito paisaje y poco a poco me quedo dormida.

EDUARDO

-¿Nervioso?- Dice Tchoumeni sentándose a mi lado.

-No, la verdad es que no.- no suelo ser una persona que se ponga nerviosa, me gusta más la calma, los nervios te hacen perder el control y es ahí cuando hay que tener miedo, pero mientras estes en calma puede reaccionar ante cualquier situación de forma consciente tomando las mejores decisiones, que no quiere decir que sean las correctas.

-No sé, ni para que pregunto la verdad - se ríe a mi lado.

-¿Tu estas nervioso?- soy yo el que pregunto esta vez

-Supongo que más que nervios es emoción, quiero salir ya a jugar y ver que pasa.

-Creo que no eres el único que esta así- señalo hacia mi derecha donde un Jude Bellingham no deja de mover la pierna mientras tiene la mirada perdida en la nada. -Eh- le doy un manotazo en el hombre sacándole de sus pensamientos - Tierra llamando a Jude.

-¿Qué pasa?- dice cuando vuelve al mundo de los mortales.

-No sé eres tu el que estaba en Narnia- contesta Tchoumeni y los 3 reimos.

-Tengo demasiado ganas de salir ahí.

-Ya somos 3 entonces.- contestó yo

-Hay invitada especial esta noche ¿no?- sonríe socarrón. haciéndome sonreír a mi también al recordar a Sheila.

-Madre mía tienes una absoluta cara de enamorado cada vez que hablas de ella- y no puedo decir nada porque tiene razón en lo que dice, así que simplemente me dedico contestar a la pregunta de Jude.

-Sí, estará allí esta noche, ¿veis?, por ese lado si que estoy nervioso. - ambos sonríen negando con la cabeza y yo vuelvo a mirar por la ventanilla del avión, deseando llegar.