No soy el héroe

Capítulo 17

En cuanto la puerta se abrió todo aquel dentro de esa sala se puso de pie esperando a que su jefe entrará. Eran demasiados personas y cada una de ellas tenía puesto un traje elegante, mantenían la mirada en el suelo mostrando su respeto. El sonido de los zapatos hacia eco en la habitación, un sonido que todos conocían muy bien, el sonido igual que su padre.

Caminó hasta llegar a su escritorio donde tomó asiento y sacó un cigarro para fumarlo. Detrás de él se encontraba Jackson, que era como su secretario, siempre llevaba consigo una tablet.

-¿Cuál es nuestro mayor problema?- dijo sin quitar el cigarro de su boca.

Hubo un largo silencio en la sala. Los hombres no querían responder porque sabían que si jefe se enojaria.

-¿Nadie me va a responder?

-Señor, los saqueadores volvieron.

El sonido de un golpe hizo que los hombres bajaran la cabeza nuevamente.

-¡¿Otra ves esos idiotas?!- gritó molesto, hace tiempo se habían encargado de ellos -¿Donde están ahora?

-A unas calles del centro

-¿Se ha visto la araña?- de uno momento a otro su tono de voz se volvió más delicado.

Apesar de que se fue durante mucho tiempo, aun su corazón latía por aquel castaño de ojos lindos. Si fue egoísta al irse sin explicación pero si lo hacía sabía que Peter lo convenceria de quedarse.

Mentiría si dijera que no lo sigue amando, porque así es, lo ama y extraña. Todos los días pensó en él, pero sabía que no podía volver, este era su destino y tenía que afrontarlo.

-Solo por las noches, pasa muy seguido por el centro- respondió Jack

-¿Aque hora?

-Al rededor de las 12:00

-Son las 11:30

-¿Reúno a todos, jefe?

-No dejare que los saqueadores tomen lo que me pertenece- tras decir eso se levantó furioso y salió con todos sus hombres detrás.

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Los autos se detuvieron en una fila, varios hombres bajaron con armas, muchas de ellas eran bates, palos de manera, tubos, incluso navajas. Habían llegado al territorio que le pertenecía pero por alguna razón los saqueadores se adueñaron.

El lugar se veía sucio y descuidado pero era alejado y casi nadie pasa por ahí. Eran varios edificios abandonados los cuales Christian usaría para vender su droga y distribuirla. Pero no podía si aquellos roedores seguian ahí.

En cuanto el jefe bajo de la camioneta todos los hombres se pusieron alrededor de él con la intención de protegerlo.

-Busquenlos, y traigan al roedor a mi- ordenó con la voz gruesa.

Sin más los hombres salieron corriendo en busca de aquel líder que para su jefe era un cadillo.

No pasó mucho cuando todos los seguidores de la mafia llegaron con todos los saqueadores de rodillas, algunos venían golpeados y otros siendo arrastrados.

Jackson venia con el líder de los saqueadores, un poco golpeado, siguieron caminando hasta estar frente a Chris quien solo fumaba muy tranquilo.

El roedor que era alguien mayor de unos 30 años o mas, tenía una apariencia sucia y asquerosa, digna de una rata.

Una risa sarcastica se escuchó, el roedor fue el responsable de aquella risa al ver a Wilson.