Capitulo 19

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Después de muchos años no creyó que volvería aquel lugar, ese lugar que lo hacía tener pesadillas y lo atormentaba día a día.

La habitación estaba como siempre, sus paredes llenas de sangre, la misma silla debajo de una luz y la mesa con las herramientas para torturar. Ahora Christian ya no era quien recibe los golpes, era quien los daba.

Solo que ya estaba la persona que recibiría el castigo por tocar al hombre que le pertenece.

-Todo el mundo sabe que odio que toquen mis cosas- masculló colocando sus guantes de cuero.

-Por favor, no tenía idea señor- habló el hombre siendo sostenido por los empleados del mafioso.

-Atenlo- ordenó

-¡Señor, porfavor!

Por más que el hombre suplicaba, Christian lo ignoraba y solo preparaba sus herramientas para empezar a jugar.

-Habia muchas personas en el lugar pero tenías que tomarlo a él

-¡No tenía idea de que era suyo! ¡Lo siento!

-Disfrutare matarte.

Después de lo sucedido en el casino, Peter fue llevado y escoltado a la mansión de Wilson con varios hombres vigilando. Jackson se encargó de cuidarlo y darle la atención que su jefe le pidió.

Cuando el hombre ya estaba sujetado el mafioso no perdió el tiempo y lo golpeó sucesivamente. Se encontraba molesto, demasiado a decir verdad.

Las personas que trabajaban para él sintieron miedo porque nunca habían visto así a su jefe, tan furioso.

Toda su irá se descargo en el sujeto.

-Señor, lo llaman- habló uno de sus hombres con algo de miedo.

-Estoy ocupado- masculló

-Es el agente Anderson- insistió.

Sin decir nada tomo una toalla para limpiar la sangre y el sudor. Después de eso contestó la llamada.

-Habla

El chico quiere irse

-Detenlo

¿Y que crees que hago?

-Pasamelo

Jackson a regañadientes le dio el teléfono al chico Parker quien dudoso tomó el aparato.

¿Hola?

-Quedate, solo espera un poco

Ya espere mucho

-Solo 10 minutos

Bien, pero apúrate

-Lo que pidas

Colgó el teléfono y tomo el tubo que estaba a su lado. Tenía la sangre hirviendo pero al escuchar la voz del menor se relajo por completo.

-Señor se lo suplico- dijo como pudo.
Debido a los golpes que recibió su rostro quedó algo deforme.

Suspiro frustrado poniéndose frente al hombre.

-Queria divertirme un poco pero mi novio me necesita- habló fingiendo estar triste.

-¿N-novio?- cuestionó asustado.

No soy el héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora