Memorias Sangrientas

Chapter Sixteen

Anabelle

Estoy sentada en mi cama con mi pierna estirada mientras Hasel limpia mi herida. Aún estoy analizando todo lo que ha sucedido, mate a alguien y no tengo culpa; sino una adrenalina que corre por mis venas que sigue pidiéndome más acción. Después de matar a Celine, a la hora llegaron los vampiros con los que vivo y se quedaron impresionados con todo lo que vieron.

Julien y Edward llegaron al cabo de las horas, preocupados por mí. Julien me abrazo enseguida y reprocho a todos en el lugar por dejarme sola. Patrick comenzó a disculparse y decirme que era su culpa, que debía haberse quedado conmigo.

—Me siento más aliviado con que Anabelle haya aprendido el arte del arco y flecha, siento que eso le salvo la vida

Comenta Julien desde la esquina de mi cuarto. Edward se encuentra preocupado y se le nota en su rostro que algo no estaba bien.

—Ahora necesito saber ¿Quién le dio el autorizo a ustedes de irse de su puesto de vigilancia? —Julien comienza a gritarle a sus guardias los cuales mencionan que fue una orden de Zachary. — ¡Son imbéciles! Zachary no está acá y no deben seguir ninguna orden que no provenga de mí.

Solamente escuchar el nombre de Zachary, hace que todo mi cuerpo sienta la añoranza y la necesidad de tenerlo cerca nuevamente. ¿Por qué no responde mis cartas? El dolor de la cura de mi pierna hace que caiga en sí y vuelva nuevamente a concentrarme en la conversación.

—Zac no pudo hacer eso. Hace días que no logró comunicarme con él y uno de mis chicos fue a buscarlo, pero no lo han encontrado.

Mi cuerpo se estremeció, mi pecho se apretó y por un momento se me olvida el dolor en la pierna. Me levanto de mi cama cojeando, tumbo a Hasel de mi lado y tomo de la camisa a Edward. La adrenalina vuelve a correr por mi cuerpo, la rabia vuelve acumularse en mi cuerpo y ahora mismo no le temo a nada.

— ¿Por qué me dices eso ahora? ¿Dónde está Zachary? ¿Qué más encontraron?

—Encontramos a tu amiga muerta.

— ¿Amiga? ¿De qué amiga estamos hablando?

Le suelto la camisa a Edward, este enseguida se alisa lo que acabo de estrujar y me mira con tristeza. Esta noticia le está doliendo tanto como a mí.

—Taylor, pero llevaba muerta más de 3 semanas. —Edward me toma de los hombros y me mira fijamente a los ojos— Yo sé que está vivo, lo estamos buscando pero por ahora no tenemos idea de donde podría estar.

Julien se queda en silencio, al igual que todos en mi habitación.

Todo comienza a encajar en mi cabeza, por esa razón no me contestaba, pero ¿Por qué desapareció? ¿Será la bestia que me acecha? ¿Por qué razón mataron a Taylor? No tenía ningún vínculo conmigo, ¿Será que mi mamá está en peligro?

—Vamos a dejar a Anabelle un rato a solas —Menciona Julien quien me da una sonrisa al ver mi cara de desesperación y atormentada de tantas preguntas de las cuales no obtengo la mínima respuesta. —Bell afuera van a estar los guardias, no te va a volver a pasar nada.

Asiento lentamente, todos abandonan el cuarto menos Hasel. Lo observo detenidamente y me dice que me quede en silencio un momento mientras pone música en la radio.

—Tenemos que hablar de algo que solamente vamos a saber los dos.

Me hace una señal para que me sienta y hace la misma acción.  

— ¿Es sobre el paradero de Zac?

Niega con su cabeza.

—Te acuerdas que cuando llegaste a la guarida del clan de Edward te hice unos análisis de sangre— Me recuerda Hasel, enseguida asiento y mis manos comienzan a sudar de los nervios, creo que esto no es una buena noticia— Pues tu sangre es tóxica pero..