Chapter Twenty One

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Anabelle

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Anabelle.

Un año y dos meses después

Mi corazón late desenfrenadamente. No puedo creer que Zac sea la bestia.
El recuerdo me llego en medio de la madrugada, desperté de golpe y comencé a llorar. Sentía como mi corazón nuevamente se volvió a romper en pedazos, y todo lo que recordé fue como si lo volviera a vivir de nuevo.

Manejo el auto de mi madre con cuidado, necesito llegar a la casa de mi abuela para poder responder algunas preguntas que mis recuerdos no responden. Zac sinceramente no puede ser el malo, el último recuerdo que tengo sobre él es intentándome salvar de lo que se viene después. Él arriesgo todo por mí, o creo que mi mente me está jugando una mala pasada.

A lo lejos comienzo a observar la pequeña cabaña, la casa donde fui feliz con mi abuela. Donde la magia y la fantasía fluían como uno solo. Me bajo del carro, la nostalgia me golpea al ver como se ha deteriorado el nido de amor de mis abuelos. El lugar que vio crecer a mi padre.

Me acerco con cuidado, la madera comienza a crujir cuando piso el portal. Saco de mi chaleco la llave de la casa, quitársela a mi madre fue una tarea bastante complicada debido al enorme valor sentimental que le conserva. Abro la puerta, pero para mi asombro toda la casa se encuentra impecable, sin ninguna gota de polvo.

Camino con cuidado, con miedo a que alguien esté viviendo acá y nunca nos enteramos. Todo está igual a mis recuerdos, nada ha cambiado, incluso las fotografías siguen en su mismo lugar. La añoranza golpea, seco mis lágrimas rápido y sigo mi camino hasta la habitación de mis abuelos, sé que ella guardaba un pequeño diario donde me aseguraba que allí se encontraba sus mejores hazañas. Lo único que necesito, es confirmar si lo que estoy soñando y contándole a una psicóloga es realmente cierto.

La puerta de su cuarto estaba entreabierta, me lleno de valor y la empujo para ver un cuarto recogido y bastante desolador. La presencia de mi abuela en el cuarto se encuentra, me abrazo y camino hasta su mesa de noche. Allí abro enseguida, sin vacilar su gaveta donde se encuentra su diario.
Una sonrisa se asoma en mi rostro, me siento en su cama y comienzo abrir el pequeño librito, pero una pequeña nota sale de esta. La tomo del piso y mis manos comienzan a temblar. “Esa carta iba dirigida para mí” 

Querida Annie:
Si estás buscando este diario es por una razón bastante obvia, ellos te han encontrado y aunque pienses que es un sueño. Déjame decirte mi niña, que no. El planeta tierra oculta millones de secretos que el ser humano no conoce, y los vampiros es parte de esos secretos. Vivimos ocultos y en parte es por un pacto que fue creado hace millones de años. No tengas miedo de esa gente, eres una Saltzman y somos respetadas en ese mundo.
Lo único que voy a decirte es que no confíes en nadie, solo en tu familia, tu bisabuelo conoce de tu existencia y te va a proteger. A parte de esa gente, no confíes en nadie más. Si tienes duda de lo que estás viviendo, consulta este pequeño diario, donde te contaré todo lo que sé.
Con amor, tu abue Liz.

Memorias SangrientasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora