Chapter Twenty Four.

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Anabelle

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Anabelle.

El ambiente está tenso, hace mucho frío y mi cuerpo aún se encuentra muy débil. Suspiro por tercera vez en menos de cinco minutos, el aburrimiento y la desesperación me comen. Mi mirada se encuentra fija en la ventana, sentarme a observar el bosque que rodea la mansión Saltzman se ha convertido en mi hobbie favorito.

El sol empieza a esconderse, no tardando en aparecer el atardecer, uno de los hermosos momentos del día. Mi herida ya se encuentra sana, han pasado aproximadamente dos meses y mi angustia ha crecido con el paso del tiempo. Estuve entre la vida y la muerte, fiebres altas y sin mucha fe de mejorarme al cien por ciento.

No me han querido dar noticias de Zac, pero siento en mi corazón que algo malo le ha sucedido. Incluso la manera en que Edward actúa, me da sospecha que algo realmente le ha sucedido. He perfeccionado mi técnica del tiro con arco, y aunque soy testaruda, estoy lista para acabar con la vida de Lilith. Mi cuerpo pide a gritos tener entre mis manos su sangre, ver su cabeza degollada y todos sus súbditos arrodillados pidiendo clemencia.

—Señorita Anabelle, todo está listo para el sacrificio.

Asiento con la cabeza y le indico que me deje sola.

Me levanto del umbral de la ventana. Recojo el vestido blanco que fue depositado en mi cama hace una hora, y me despojo de mi ropa anterior. Coloco el vestido suavemente, haciendo que la tela fría haga contacto con mi cuerpo caliente, alisando los lugares estrujados. Me miro en el espejo y asiento con la cabeza, cada día estoy más pálida y mi pelo castaño ha crecido bastante. Aunque he logrado obtener un poco de peso y me siento un poco orgullosa de esa meta.

Me coloco las zapatillas rojas y salgo con confianza de mi habitación.

He tenido que aprender a convertirme en una chica dura, para no recibir más lástima por parte de mi familia. Siento que evitar a la Anabelle sentimental e humana, lo va a solucionar todo.
Llego al despacho de Julen, toca la puerta suave y recibo un delante de mi abuelo.

—Llegaste rápido Anabelle ¿estas listas? —Me interroga Edward con los brazos cruzados, nadie aprueba mi decisión.

—Nací lista para esto, o no soy la responsable de todo este caos.

Pregunto mientras analizó el rostro de Julen, el cual no me ha dirigido la palabra.

—Madisson es la mejor, puedes retractarte ahora. —Continua hablando Edward y lo único que hago es dedicarle una sonrisa.

—Edward, cariño. Tengo que hacerlo si quiero terminar con esta pesadilla. Yo soy la debilidad de Lilith, yo necesito destruirla.

El vampiro Ven Veldeke no vuelve a hablar, solamente asintió sin darme la razón. Julen me indica sin hablar tampoco, que pase a la habitación de al lado.

No puedo mentir, tengo miedo, estoy nerviosa y siento que puedo acabar con mi vida. Nunca ver a mi mamá, a mis amigos, la luz del sol, viajar por el mundo, ir a la Universidad y ver a Zachary otra vez.

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⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

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