ℝ𝔼ℚ𝕌𝕀𝔼𝕄 𝕆𝔽 𝕃𝕆𝕍𝔼 ━ Edward Cullen

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟓

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— ¡Oh por Dios! ¡Sepárenlos!

— ¡Dale a la cara, Cillian!

— ¡Mike, cuidado!

Cillian ni siquiera se molestó en esquivar los golpes, más bien los utilizó para hacer palanca y devolvérselos mejor mientras de paso le daba una patada a su orgullo.

Si bien llevaban solo unos pocos minutos peleando, Mike jadeaba y lloriqueaba como si hubieran pasado horas—tenía sangre en la boca y Cillian esperaba haberle hecho volar algún diente, uno de sus ojos comenzaba a ponerse rojo e hincharse.

— ¡Estás tan maldita muerto! —masculló Cillian en voz baja, tomándole del cuello de la sudadera y golpeándole una vez en su cara de niño popular.

El cuerpo de Mike cayó al suelo con un golpe sordo y sin darle tiempo de reponerse, Cillian se subió sobre su regazo y volvió a estrellar el puño en su rostro con rabia.

Mike escupió sangre y Cillian debía admitirlo, era bastante impresionante que no estuviera pidiendo ayuda o suplicándole que parara—y entonces su cuerpo fue repentinamente empujado hacia atrás. Forcejó con fuerza intentando quitarse el agarre de la personas que se interponía en su camino de enseñarle una lección al cobarde doble-cara de Newton, pero fue en vano.

— ¡Será mejor que me sueltes o serás el siguiente!

Una risita divertida brotó de la personas detrás él y no tardó en darse cuenta de que fuera quién fuera, tenía más fuerza que él. Con impotencia, Cillian volvió a dirigir su ira hacia el cuerpo laxo en el suelo que era ayudado por unos pocos estudiantes.

— ¡Vuelve a meterte conmigo y verás lo que te pasa, asqueroso bastardo! ¡Estás muerto, ¿me escuchaste?! ¡Estás muerto! ¡¿Te crees que por tener algo de dinero y un rostro decente eres alguien importante?! ¡Ya tuve suficiente de ti!

Los maestros llegaron más rápido de lo que Cillian había esperado. Ellos se amurallaron frente a Michael y comenzaron a demandar explicaciones. Cillian no les puso ninguna atención, tenía la mirada fija en el débil cuerpo encorvado del rubiecito. Ansiaba golpearlo otra vez, sacarle una disculpa a la fuerza.

Pequeña mierda, ¿se creía importante? Que esperara a que lo agarrara solo.

Cuando dejó de forcejar, los brazos a su alrededor se aflojaron y Cillian se volteó con furia a ver quién demonios se había metido. Entonces se vio en la necesidad de levantar un poco más la cabeza y se encontró con la mirada divertida de Emmett Cullen.

Genial, ese era intocable.

Pronto, les mandaron a la enfermería únicamente con Emmett y un maestro como mediador. Cillian anduvo a trancos, con los labios apretados y una furia incontrolable en el pecho, pero no intentó nada.

Cillian miró a Emmett de reojo, preguntándose si el otro se atrevería a ayudarle con Mike si le contaba lo que había dicho de su hermano—pero antes de que pudiera decir una palabra, un grito histérico y preocupado captó la atención de todos los presentes. Cillian quiso poder ser capaz de enterrarse bajo tierra.

— ¡¿Cillian?! —Como si se tratara de un interruptor, toda furia se transformó en disgusto en cuanto vio la delgada y ágil figura de Edward Cullen alcanzarles—. ¿Qué te pasó?

Solo cuando estuvo frente a ellos, Cillian notó la expresión aterrorizada en su rostro, luego la ira comenzó a filtrarse como tinta en agua y entonces apretó la mandíbula inspeccionándome.

Giró la cabeza a su hermano: —Emmett, ¿qué pasó?

El otro negó con la cabeza riendo: —Estos dos se pelearon —dijo con simpleza.